Esta subida supone una décima más que en el primer trimestre
El Banco de España, en su Boletín Económico trimestral, apunta a que la economía española podría haber crecido un 0,9% durante el segundo trimestre de 2017. Un aumento que es una décima más que en el primero y dos más que en el último de 2016. Una de las razones, según señala el organismo, es que el consumo privado habría recuperado un mayor vigor durante la primavera, "apoyado en la continuación del proceso de generación de puestos de trabajo y en la prolongación de condiciones financieras favorables".
Un crecimiento que contrasta con lo señalado por el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien estimó la semana pasada que la economía de España se habría disparado hasta el 4% en el segundo trimestre del año. "La economía española, si cogemos los datos trimestrales y los anualizamos, seguramente ha crecido entre el 3,5% y el 4% en este segundo trimestre", apuntó el ministro.
"En línea con la expansión de la actividad, el empleo habría mostrado mayor dinamismo en el segundo trimestre, a tenor de los últimos indicadores publicados"
Además, en el boletín se explica que la inversión en construcción podría haber acentuado también el tono positivo mostrado en el primer trimestre, de acuerdo con la información procedente de los indicadores contemporáneos. Por el contrario, el gasto en bienes de equipo habría moderado su ritmo de avance, tras mostrar un crecimiento muy elevado al comienzo del año.
Por lo que respecta al empleo, "en línea con la expansión de la actividad, el empleo habría mostrado mayor dinamismo en el segundo trimestre, a tenor de los últimos indicadores publicados". En concreto, las afiliaciones a la Seguridad Social registraron en mayo un crecimiento del 1,0% en términos de la tasa de variación intertrimestral móvil de tres meses de la serie desestacionalizada, una décima por encima del ritmo de avance del primer trimestre de 2017.
Por ramas de actividad, el Banco de España observa un repunte del ritmo de crecimiento del empleo en la agricultura y en el agregado de servicios de mercado, mientras que, en el resto de ramas, el aumento de la cifra de afiliados mantuvo una tónica de relativa estabilidad.
El número de parados registrados en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) prolongó hasta mayo la senda descendente que viene mostrando, con una disminución del 3,3% en términos de la tasa de variación intertrimestral móvil de tres meses de la serie desestacionalizada.
La información relativa al sector exterior sugiere una prolongación del comportamiento expansivo de los flujos comerciales, con una contribución neta al crecimiento del producto que habría sido de nuevo positiva, "como viene ocurriendo desde el primer trimestre de 2016". Así señala que esta "escasa información disponible del segundo trimestre" tiende a apuntar hacia una ligera disminución de la contribución positiva de la demanda exterior neta al crecimiento intertrimestral del PIB, que en los tres primeros meses del año se situó en 0,2 puntos porcentuales.
Por otro lado, los precios de consumo, cuya tasa de variación interanual había repuntado hasta el 3% en los meses de enero y febrero, se han desacelerado significativamente con posterioridad, hasta una tasa del 1,9% en mayo. El Banco de España explica que esta evolución se explica por la notable desaceleración del componente energético, de casi 10 puntos porcentuales entre enero y mayo, como consecuencia de la evolución del precio del petróleo y del abaratamiento de la electricidad.
Asimismo, el IPC no energético creció en mayo un 1%, una décima menos que en enero, en un contexto en que la aceleración del componente de servicios se vio compensada por la evolución de signo opuesto de los precios de los bienes industriales no energéticos.
Durante la parte transcurrida del segundo trimestre, el organismo señala que la volatilidad de los mercados financieros nacionales ha continuado en niveles muy reducidos, los tipos de interés de los valores de renta fija han disminuido y los de activos de renta variable han seguido, en conjunto, revalorizándose, en línea con lo ocurrido en el resto de la Eurozona.
El Banco de España apunta que el crecimiento del gasto en consumo de los hogares se habría situado en el 0,7% en el segundo trimestre, frente al 0,4% registrado en el trimestre anterior. A pesar de esta aceleración, el consumo habría mostrado una evolución más moderada entre enero y junio de este año que en la segunda mitad de 2016, en un contexto en el que el repunte de la inflación podría haber afectado a las decisiones de gasto de aquellos hogares con menor capacidad para acomodar el incremento de los precios energéticos.
La actividad empresarial, aproximada por el valor añadido de la economía de mercado, habría continuado aumentando su ritmo de expansión en el segundo trimestre, apoyada principalmente en las actividades de industria y energía y en los servicios de mercado.