El Producto Interior Bruto (PIB) de EEUU en el segundo trimestre ha crecido un 2,1% respecto al 3,1% que avanzó en los tres primeros meses del año. Una cifra que se ha situado tres décimas por encima de lo esperado y es siempre uno de los grandes termómetros de la economía estadounidense.
Según ha informado el Gobierno estadounidense, la economía estadounidense ha sido más fuerte en el segundo trimestre del año respecto al primero. Pese a esto, la pérdida de impulso de las empresas, especialmente las fabricantes y exportadoras, sugiere que la economía puede expandirse más lentamente en la segunda mitad de 2019.
Los estadounidenses han gastado sensiblemente más en primavera respecto a los primeros meses del año, una época que históricamente es de recuperación tras las compras navideñas. El gasto del consumidor ha sumado un 4,3% de abril a junio respecto al 1,1% del primer trimestre.
El problema ha estado en la inversión en negocios, que ha caído un 0,8%, su mayor retroceso en tres años y medio. De hecho, la inversión en infraestructuras ha caído un 11% dentro de este apartado. Por otro lado, el gasto gubernamental ha repuntado un 5% en la época primaveral.
Los expertos esperan que las empresas acaben, eventualmente, recortando empleos y salarios pero, para evitar que esto suceda, la Fed está ya preparada para bajar lo tipos incluso pese al buen estado de Wall Street y el mercado laboral, que goza de una salud no vista en décadas.