El consenso espera que el índice general se mantenga en el 2,5% interanual
El deflactor de consumo privado PCE, la medida de precios favorita de la Reserva Federal (Fed), acapara toda la atención del mercado este viernes, ya que se posiciona como un dato clave para "determinar el importe" del recorte de tipos de interés que el banco central realizará, previsiblemente, en septiembre, como aseguran los analistas de Link Gestión.
El consenso espera que el índice general se mantenga en el 2,5% interanual en julio y que la tasa subyacente avance una décima, hasta el 2,7%. Sin embargo, una desviación de estas previsiones puede modificar la decisión de la Fed, mientras el mercado espera, con un 69,5% de probabilidad, un recorte de 25 puntos básicos (pb) en septiembre, y confiere un 30,5% de posibilidad a una bajada de 50 pb, según la herramienta FedWatch de CME.
"Los inversores permanecen a la espera de que el Departamento de Comercio de EEUU publique este viernes la lectura de julio del índice de precios del consumo personal, el PCE, que es la variable de precios más seguida por la Reserva Federal y cuyo comportamiento en el citado mes puede determinar el importe de la rebaja de los tipos de interés oficiales que esperamos lleve a cabo el banco central estadounidense a mediados de septiembre, cuando reúna a su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC)", comentan en Link Gestión.
La bajada de tipos en septiembre parece ya una realidad, puesto que varios miembros del banco central, entre los que figura el presidente, Jerome Powell, han asegurado que "ha llegado el momento de ajustar la política", aunque no han proporcionado mayor detalle sobre la senda de bajadas prevista.
En términos mensuales, los analistas esperan un avance del 0,2% tanto para la tasa general como para la subyacente, aunque algunos tienen un pronóstico más positivo, como ocurre en TD Securities, donde anticipan un incremento del 0,12% para el índice general y del 0,13% para el subyacente. Según sus estimaciones, la inflación PCE básica se mantendrá "bajo control", mientras que el gasto personal "probablemente se recupere al comienzo del tercer trimestre".
"El presidente Powell dio una señal clara a favor de la flexibilización en septiembre en Jackson Hole, subrayando que 'ha llegado el momento de que la política se ajuste'. Pero esa es toda la orientación que el presidente se atrevió a brindar antes de las próximas publicaciones de datos macroeconómicos clave. Seguimos pensando que un recorte de 25 puntos básicos tiene más sentido para iniciar el ciclo de flexibilización", aseguran desde TD Securities.
Por su parte, Erik Boekel, director comercial de DHF Capital, destaca que "los datos del PCE de EEUU podrían afectar aún más al dólar y al sentimiento general del mercado", y recuerda que "se espera que el ciclo de flexibilización previsto mantenga bajo presión tanto al dólar como a los rendimientos de los bonos del Tesoro".
A pesar de que las subidas de tipos realizadas durante los últimos años tienen como objetivo controlar la inflación, algunos analistas señalan que los precios han perdido parte del protagonismo para la Fed, ya que "el doble mandato del FOMC deja el foco en el empleo estadounidense después de los discursos y documentos de Jackson Hole", como aseguran en BNY.
"El más discutido es el artículo de Eggertsson sobre las curvas de Phillips y Beveridge post-Covid. La conclusión es que los mercados laborales estadounidenses se están acercando a un punto de inflexión y que serán necesarios recortes de la Reserva Federal para evitar un aumento mayor del desempleo. Esto despertó la esperanza de alcanzar los 50 puntos básicos en septiembre y sigue siendo la historia crítica para los alcistas en las acciones", aseguran.
De manera similar, los analistas de Julius Baer apuntan que "la Reserva Federal está cambiando su enfoque de la inflación al enfriamiento del mercado laboral, enviando una fuerte señal para un recorte de tasas en la reunión del FOMC de septiembre".
En la firma destacan que el último informe de empleo conocido "hizo posible un audaz recorte de 50 puntos básicos", aunque estas expectativas se han moderado recientemente, y "las sólidas intenciones de contratación y el gran potencial de endeudamiento de los hogares privados abogan por reducciones graduales de los tipos de 25 puntos básicos en las próximas reuniones del FOMC".
A pesar de su apuesta por un recorte de 25 pb en septiembre, Julius Baer reconoce que "la magnitud de la reducción de tipos dependerá de los datos que se obtengan", y en este sentido destacan sobre el resto dos datos antes de que llegue el próximo cónclave de la Fed: el PCE y el próximo informe laboral.