Parlamento y ministros planean dar la espalda al Brexit de May, otra vez

A la desbandada de diputados sigue un conato de revuelta en el Gobierno

Noemí Jansana
Bolsamania | 22 feb, 2019 06:00 - Actualizado: 12:18
theresa may pool
Charles McQuillan/Pool image/Getty Images

La primera ministra británica, Theresa May, continua empecinada en que el Brexit se haga a su manera o sea un caos. La última semana de febrero someterá a votación del Parlamento británico su plan de divorcio, con toda probabilidad el 27, y lo hará ante un Parlamento más fracturado que nunca desde el inicio del proceso de separación entre Londres y Bruselas.

Antes, su equipo negociador ultima los detalles de la revisión del Tratado de Retirada con Bruselas. Ambas partes llevan días trabajando en un nuevo texto legal que permita recoger algunas de las reclamaciones británicas, aunque todavía no hay avances al respecto. Se especula con que la UE podría hacer determinadas concesiones sobre la frontera con Irlanda, pero el problema es que a May se le está agotando el tiempo para lograr el visto bueno del Parlamento británico, necesario para evitar el Brexit duro.

Los expertos explican que si la 'premier' no logra asegurar una nueva versión del acuerdo con la Unión Europea (UE) antes del próximo miércoles, podría, por lo menos, presentar sus avances ante los diputados para que se le permitiera seguir negociando. De lo contrario, será imposible parar la victoria de los diputados que someterán a votación varias enmiendas con el objetivo de que la Cámara de los Comunes tome control del proceso de separación y aplace el Brexit, si May no tiene nada nuevo antes del 27 de febrero.

Del otro lado del canal de La Mancha, el escepticismo de las instituciones europeas es absoluto. Mientras el equipo del jefe negociador de 'los Veintisiete, Michel Barnier, salvaguarda la voluntad de Bruselas de ceder lo mínimo, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha dejado ver su pesimismo sobre que finalmente haya un acuerdo sobre el Brexit que la Cámara de los Comunes desee respaldar.

Ha manifestado su hartazgo con en hecho de que el Parlamento británico siempre vota en contra de las propuestas que lleva la 'premier', y que han sido previamente acordadas con Bruselas. Por este motivo, no confía en que esta vez sea diferente y no descarta el llamado 'Brexit duro'.

REVUELTA DE LOS MINISTROS

El principal problema que afrontan unos y otros es que la próxima votación del Tratado de Retirada será la última. Y si el Número 10 de Downing Street, tal como se prevé, fracasa, la premier no tendrá más remedio que aplazar el Brexit o resignarse a saltar sin la red de un acuerdo y "sumir el país en el caos absoluto", según analistas consultados como Naem Aslam, de Think Markets.

Para más inri, la desbandada de parlamentarios tories y laboristas de los últimos días -y la amenaza de una cascada de nuevos abandonos- vuelve aún más impredecible el sentido del voto de la Cámara Baja. Ahora son 11 los diputados independientes que no deben someterse a la disciplina de voto de sus partidos -siete socialdemócratas y cuatro conservadores-, una situación que "solo puede ir a peor", según escribe Tim Ross, experto del Brexit de Bloomberg.

La presión también llega desde el mismo equipo de Gobierno de la primera ministra. Hasta 15 ministros han amenazado con votar en contra del plan de la 'premier', aunque informaciones de la prensa británica elevan el número de rebeldes a 20. Los titulares de estos departamentos amenazan con dimisiones o revuelta en toda regla si no hay una prórroga al menos hasta mayo.

Así las cosas, el país se somete a una nueva semana crucial del Brexit con una revisión del acuerdo entre Londres y Bruselas casi asegurada. Pero con el ya habitual grado de incertidumbre sobre si May triunfará o fracasará en el trámite parlamentario.

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