Supondría el peor de los escenarios, en el que España entraría en una recesión
El duro golpe que recibirá el PIB español por la crisis del coronavirus es innegable. Uno de los sectores más afectados será el inmobiliario, que ya ha empezado a sufrir una importante caída de la demanda. Ahora solo queda esperar a ver cómo evoluciona la economía una vez se haya superado esta pandemia. Si se produce una rápida recuperación, el precio de la vivienda caerá casi un 2% en 2020; mientras que si llega una recesión, el desplome será del 6,5%, según los datos de Gloval Analytics.
Para que se cumpla el primero de los supuestos, el estado de alarma y la restricción de movimientos no deben prologarse en el tiempo. Se conseguiría así una recuperación en "V" de la economía, con un impacto coyuntural en el PIB y el empleo, lo que favorecería una pronta restitución de la compraventa de inmuebles, la concesión de hipotecas y las obras iniciadas. En este escenario, el precio de la vivienda se recuperaría poco a poco en 2021, recortando la caída hasta el 1,4% dentro de un año y medio.
La perspectiva más dramática para el sector es una recuperación en "L". España entraría en una recesión, con la fuerte caída del empleo y el parón económico que supone. En este caso, la demanda de pisos podría descender en un 80%, acuciada por la falta de inversión, sobre todo, de compradores extranjeros.
Esto contrastaría con un aumento de la oferta, debido a las necesidades de liquidez de los propietarios. En este escenario, la situación no mejoraría en 2020 y el precio de la vivienda se desplomaría más de un 8%, un recorte similar al que se produjo cuando explotó la burbuja inmobiliaria en 2008.
Gloval Analytics también contempla un supuesto intermedio, en el que el crecimiento se produce en forma de "U". En este caso, se alarga el estado de alarma, pero no con una hibernación completa de la economía. El PIB sufriría durante unos tres meses, volviendo posteriormente a las tasas de crecimiento actuales. Así, el precio de la vivienda observaría un retroceso del 4,2% en los nueve meses siguientes para irse recuperando poco a poco, hasta haberse abaratado un 2,7% a mediados del próximo año.
Antes de esta crisis, la situación del sector inmobiliario ya observaba un estancamiento en la compraventa de viviendas. "Los crecimientos del PIB se estaban ralentizando y eran bajos, con una sensación de estancamiento en los precios de la vivienda y algunos descensos en algunos municipios", según remarca el informe 'Consecuencia del Covid-19 en el Real Estate'.