Julius Baer, UBS, TD Securities... elevan sus estimaciones para el gigante asiático
En medio de la temporada de cifras empresariales, que ya centra toda la atención de los inversores, se ha colado esta semana el PIB de China del primer trimestre, que ha crecido un 2,2% en términos trimestrales y un 4,5% en tasa interanual, por encima de lo previsto. El fin de la política de Covid-cero ha sido determinante para este resultado, y ante este panorama a los economistas no les ha quedado más remedio que revisar al alza sus previsiones de crecimiento del gigante asiático para 2023.
Así lo ha hecho Julius Baer, que ahora estima que la economía de China crecerá un 6% en 2023 desde el 5,3% anterior. "La recuperación de la economía china va por buen camino y superó las expectativas en el primer trimestre del año", recalca el banco suizo.
Otro banco suizo, UBS, también ha elevado su estimación de crecimiento del PIB chino para este año del 5,4% anterior al 5,7% tras conocer los datos del primer trimestre. Los economistas de la entidad esperan que Pekín mantenga sin grandes cambios su política general en la próxima reunión del Politburó de abril y en los próximos meses, dada la fortaleza de la economía china. Asimismo, destacan que el país podría prestar más apoyo a las infraestructuras si el repunte del consumo y del sector inmobiliario flaquea o si las exportaciones sufren un fuerte descenso a finales de año. El gobierno chino también podría hacer hincapié en la necesidad de apoyar el empleo, pero es muy poco probable que se produzcan estímulos a gran escala para los consumidores, añade el banco.
JP Morgan y Citi han mejorado igualmente sus previsiones para China. El primero espera ahora que la economía del gigante asiático crezca un 6,4% este año frente al 6% anterior. Citi, por su parte, ha elevado su estimación al 6,1% desde el 5,7%, afirmando que la economía china está "bien encaminada en su recuperación post-Covid liderada por el consumo y los servicios".
Gran parte de la mejora del PIB ha sido encabezada por el sector minorista, mientras que el crecimiento industrial se ha mantenido débil en un 3,9% en comparación con el 4,4% esperado, explican los expertos del banco alemán Deutsche Banks. "Esto ha puesto de relieve una recuperación desigual en esta fase", añaden
La estimación oficial de China, situada en un crecimiento de alrededor el 5% en el año, se antoja ahora demasiado conservadora
Tras esta referencia, los economistas de Macquarie consideran que el crecimiento del PIB chino en el segundo trimestre podría alcanzar el 8% sobre la baja base comparativa del año pasado, mientras que el crecimiento para todo el año podría superar el objetivo de Pekín de "alrededor del 5%" y situarse entre el 5,5% y el 6%.
"China se encuentra en la fase inicial de un repunte cíclico", indican desde la firma, y añaden, como Deutsche, que los datos económicos tienden a mostrar un panorama desigual en la fase actual y la confianza de la población podría seguir siendo baja en medio del debate sobre la recuperación. "Podría hacer falta otro trimestre para convencer a los inversores de que la recuperación es real y no efímera", afirman.
ING se refiere también al hecho de que no existe necesidad inmediata de que el gobierno chino ponga en marcha un estímulo fiscal para apoyar a los consumidores tras conocer el PIB del primer trimestre. Sin embargo, dado que se espera que el entorno exterior siga deteriorándose este año, el gobierno chino probablemente seguirá utilizando la inversión en infraestructuras como motor de crecimiento suplementario, comenta.
"La economía china se está fortaleciendo y lo hará más a lo largo del año, mientras que es probable que la economía estadounidense siga ralentizándose, una divergencia que apoyaría al yuan frente al dólar a partir del segundo trimestre", afirman desde ING.
El banco de inversión canadiense TD Securities se suma a la oleada de mejoras de previsiones y espera ahora que el PIB de China de 2023 crezca un 6% desde el 5,3% anterior.
"La solidez de los datos del PIB y de la actividad del primer trimestre sienta unas bases sólidas para este año. Incluso con un crecimiento probablemente por debajo de la tendencia a medida que avance el año, la previsión oficial para 2023 de un crecimiento del PIB en torno al 5,0% es conservadora", señala.
La mayor incógnita es si el actual repunte del consumo tiene la suficiente resistencia para impulsar la economía durante el resto del año
Añaden desde TD Securities que la verdadera fuerza de los datos provino del consumo, ya que las ventas al por menor se beneficiaron de un fuerte repunte tras la reapertura tras el Covid. "La actividad del consumo ha repuntado con fuerza, aunque mantenemos la cautela sobre la sostenibilidad del repunte del consumo", explican.
Desde Pantheon ahondan en la idea del consumo y reconocen que la mayor incógnita es si el actual repunte de éste tiene la suficiente resistencia para impulsar la economía durante el resto del año.
"En nuestra opinión, el actual repunte del consumo refleja la liberación de la demanda reprimida y el gasto de los hogares urbanos acomodados con empleos seguros. La tasa de desempleo entre los jóvenes de 16 a 24 años subió 1,5 puntos porcentuales hasta el 19,6% en marzo, a pesar de la aceleración del crecimiento económico", advierte Duncan Wrigley, economista jefe de Pantheon Macroeconomics.
Como siempre, llega la doble lectura de los datos. Si China va bien, el mundo va bien. Un fuerte crecimiento chino es excelente para las marcas de lujo francesas, por ejemplo, y también para otras empresas del mundo.
Sin embargo, "también significa un posible impulso de los precios de la energía y las materias primas, que dispararía la inflación, pondría en aprietos a los banqueros centrales y tendría un impacto positivo reducido en la renta variable", advierte Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank.
"Y si en el horizonte se vislumbran caídas para la renta variable, el impacto negativo será probablemente más duro en los valores tecnológicos sensibles a los tipos, incluidos los fabricantes de chips que tuvieron un gran comienzo de año con la locura de la IA", precisa esta experta.
Sin embargo, una exposición positiva a los valores mineros y energéticos es sin duda una buena protección contra otra ronda de inflación impulsada por la energía y las materias primas. "En este sentido, no cabe duda de que el índice británico Ftse -que está repleto de valores energéticos y mineros- podría obtener fácilmente mejores resultados en un entorno de inflación mundial impulsada por la energía", concluye Ozkardeskaya.