Estos dos países han vetado el fondo de recuperación y el presupuesto
Nueva cita clave en Europa. Los líderes de la UE vuelven a reunirse este jueves con varios asuntos clave encima de la mesa: el futuro financiero de la Unión, dar un enfoque más coordinado a la segunda ola de la pandemia de Covid-19, y la posibilidad de un modesto acuerdo comercial post-Brexit con Reino Unido. "Son tres nueces duras de roer" que pueden hacer descarrilar la situación, porque "hay mucho en juego".
Son palabras de los analistas de Berenberg, que creen que la primera de las tres cuestiones, es decir, la financiera, "determinará el futuro de la UE incluso más que las otras dos". Y es que la cumbre de este jueves debe lidiar con la amenaza de retrasar el 'mega acuerdo fiscal' de 1,8 billones de euros surgida tras el veto de Hungría y Polonia al fondo de recuperación y al presupuesto.
Aunque en la firma alemana creen que esta cuestión no se dirimirá en esta cita, sino que los países aprovecharán para empezar a negociar y al final habrá un acuerdo "a tiempo" para la cumbre del 10 y 11 de diciembre. Son optimistas en este sentido, dado que de otra forma, los primeros pagos de las ayudas previstas en el fondo de recuperación creado para hacer frente a las consecuencias de la crisis del coronavirus, que asciende a 750.000 millones de euros, "podrían retrasarse del segundo al tercer trimestre de 2021", y eso es algo que los Veintisiete no pueden permitirse.
"Si bien esto sería lamentable, no debería suponer una gran diferencia mientras los principales receptores como Italia y España puedan pedir prestado en los mercados en condiciones excepcionalmente favorables", como ocurre ahora, afirma Berenberg. De hecho, asegura que es "muy poco probable" que el paquete de 1,8 billones de euros pueda descarrilar de forma definitiva.
Cabe recordar que en la cumbre que se celebró el pasado mes de julio los líderes de la UE fijaron las bases de un "innovador acuerdo" de 1,8 billones de euros: 750.000 millones de euros para apoyar la recuperación post-Covid y 1,07 billones de euros para el marco financiero de siete años de la UE (2021-2027). Entonces, ¿a qué se debe el veto de Hungría y Polonia? Muy sencillo, a que el acuerdo vincula los pagos a criterios políticos y de estado de derecho, algo que no comparten estos dos países.
Según Berenberg, se trata de criterios "vagamente definidos", y como en todo, "el diablo está en los detalles". Y es que aunque desde el punto de vista técnico Hungría y Polonia no pueden impedir que la UE adopte el mecanismo del estado de derecho para condicionar el reparto, ya que puede ser aprobado por una mayoría de dos tercios, sí que se requiere el voto unánime para el marco financiero de siete años y para permitir que la Comisión Europea emita bonos para financiar el fondo de apoyo de 750.000 millones de euros. "Esto da a Hungría y Polonia una ventaja", dicen los expertos de la firma alemana.
Algo nada baladí, si se tiene en cuenta todo lo que está en juego. Y es que "la percepción de una falta de solidaridad dentro de la UE podría fortalecer la narrativa de los populistas escépticos" con la Unión, al tiempo que un "prolongado estancamiento fiscal podría socavar la cohesión" de los Veintisiete. Sin embargo, en Berenberg son optimistas. "Es cierto que hay mucho en juego, pero la probabilidad de que el problema se pueda resolver parece ser aún mayor", afirman sus analistas.
"Se espera mucha presión en Polonia y Hungría y muchas discusiones en los próximos días y semanas. Lo más probable es que no se cambie la redacción del mecanismo del estado de derecho, pero estos países pueden obtener concesiones menores", opina la firma germana. Lo más seguro, dice, es que no se dé "el peor de los casos", es decir, el bloqueo, y que la controversia "pueda resolverse" antes de que acabe el año.
Respecto a las otras dos cuestiones, preocupan menos a los expertos. En lo que respecta a la pandemia, ahora los países de la UE "están cooperando mejor" que durante la primera ola, y por eso aunque no haya un "enfoque plenamente coordinado", el intercambio de experiencias "probablemente ayudará a los países en sus estrategias nacionales", apunta Berenberg.
¿Y el Brexit? Pues se ha convertido en algo así como el cuento de nunca acabar. Aunque el primer ministro británico, Boris Johnson, ha vuelto a enfriar las expectativas de un posible acuerdo comercial, lo cierto es que reina cierto optimismo al respecto. "Las posibilidades de un acuerdo parecen estar aumentando", apunta la firma alemana, que pese a recordar que las tres cuestiones de la discordia (pesca, igualdad de condiciones y mecanismo de solución de controversias) no se han resuelto completamente, parece que "los negociadores están trabajando arduamente en un texto jurídico" que podría resultar en un acuerdo. "Esperamos que los negociadores lo presenten en breve, pero probablemente no este jueves", concluyen. No sin antes recordar, por supuesto, que "el resultado sigue estando abierto de par en par".