El organismo británico no dependerá del estadounidense para girar en su política monetaria
Ya lo dijo el propio gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Andrew Bailey, no hace mucho: "No existe ninguna ley que diga que la Reserva Federal de EEUU (Fed) debe actuar primero y todos los demás, incluidos nosotros, deben actuar después". Tras estas palabras, parece claro que el organismo británico no dependerá del estadounidense para empezar a recortar los tipos de interés. Además, los analistas creen que lo hará antes y más rápido.
"Parece haber una percepción bastante fuerte en los mercados financieros de que el momento y el ritmo de cualquier recorte en los tipos oficiales de Reino Unido dependerán en gran medida de las decisiones de política monetaria de la Fed", señalan en Oxford Economics.
Sin embargo, matizan que, en la actualidad, las posiciones económicas de ambos países "muestran un grado relativamente alto de divergencia, con un crecimiento notablemente más débil recientemente en Reino Unido y, a diferencia de EEUU, una capacidad excedente cada vez mayor".
Por ello, creen que es probable que el BoE flexibilice su política antes que la Fed. Y que no será una sorpresa para los mercados cuando suceda.
¿Cuáles son las razones para pensar así? Como detallan, la brecha actual entre el crecimiento del PIB real de Reino Unido y de EEUU (alrededor de 3 puntos porcentuales) supera cualquier período de los últimos 30 años, excepto la divergencia temporal durante la crisis financiera mundial y la pandemia. "Como resultado, el crecimiento del empleo en Reino Unido es débil y está por debajo del promedio de 2016-2019, mientras que el crecimiento del empleo en EEUU está ligeramente por encima de la norma prepandémica", dicen.
En cuanto a la política fiscal, consideran que es probable que afecte mucho más al crecimiento el próximo año en Reino Unido. "Con las elecciones a la vuelta de la esquina en ambos países, este ajuste fiscal es más seguro en Reino Unido", donde el Partido Laborista ya se ha comprometido a aplicar normas fiscales similares a las actuales "y, si gana ampliamente, como parece probable, puede intentar adelantar el ajuste fiscal para lograrlo mucho antes de las siguientes elecciones. En cambio, las políticas fiscales postelectorales en EEUU son mucho más inciertas, especialmente en caso de una administración Trump".
Sobre la inflación, en Reino Unido ha estado por debajo de las previsiones durante tres trimestres consecutivos. Por el contrario, el presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló recientemente que los datos de inflación recibidos en lo que va del año han sido superiores a lo esperado.
"Es probable que la inflación de Reino Unido regrese al objetivo del 2% en el próximo mes o dos (es decir, los datos de abril o mayo) y se mantenga alrededor del objetivo en el segundo semestre de este año". En cambio, "es probable que el indicador de inflación preferido de la Fed, el PCE básico, se mantenga un poco por encima del objetivo del 2% durante el resto de este año", apuntan.
Por su parte, para los expertos de ING, los datos de inflación de Reino Unido determinarán el éxito o el fracaso del recorte de tipos de junio por parte del BoE. En su opinión, la inflación general caerá por debajo del objetivo del 2% en los datos de mayo que se publicarán en junio y permanecerá allí durante la mayor parte -si no todo- de este año.
En el caso de Reino Unido, en Oxford Economics prevén que el BoE comience a recortar los tipos de interés en junio o agosto, "siendo junio marginalmente el más probable, pero esto dependerá de los próximos datos sobre salarios y precios y de la respuesta de los mercados a esos datos".
Calculan que el organismo británico recortará los tipos en 75 puntos básicos para finales de este año y en 175 puntos básicos para finales de 2025. Mientras, estiman que la Fed comience a recortar en septiembre, con una caída de 50 puntos básicos para fin de año y 150 puntos básicos para finales de 2025.
El recorte en el BoE se producirá en junio o agosto, también para ING, donde esperan que este año se produzcan al menos tres bajadas de los tipos de interés en Reino Unido.