Con todo, avisan de que los precios se mantendrán en niveles "históricamente altos"
Los precios mayoristas de la electricidad seguirán siendo altos en los próximos meses, pero serán significativamente más bajos en los mercados español y portugués. Así lo explica en un informe publicado este miércoles en el que destacan que los precios se mantendrán en niveles “históricamente altos” en el medio plazo, aunque “con marcadas diferencias entre países, y con diferentes niveles de intervención gubernamental e implicaciones crediticias diferentes”.
“El precio mayorista de la electricidad en el mercado español y portugués probablemente seguirá siendo inferior a los precios en el resto de los países de Europa continental. El precio de la electricidad en la Península Ibérica sigue estando determinado por el precio del gas. Los precios en el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas) han sido más bajos que el índice de referencia europeo del gas (TTF) en lo que va de año, al estar menos expuestos a la interrupción del suministro de gas natural ruso”, explica Benjamin Leyre, vicepresidente-senior credit officer de Moody’s Investor Service.
Asimismo, recuerda que la llamada ‘excepción ibérica’ estará en vigor hasta mayo de 2023, la cual permite limitar el precio del gas utilizado para producir electricidad. “Esto ha dado lugar a un mayor uso de la generación ibérica a gas y a un aumento de las exportaciones a Francia”, explican en el informe.
También señalan que “el mix de capacidad cambiará rápidamente”, aunque el entusiasmo por las inversiones en renovables estará “probablemente influenciado por las decisiones de política energética”. En este sentido, los expertos de la firma neoyorquina ven mayores riesgos de intervención política en España que en Portugal, donde “las tarifas reguladas se benefician de la gran cantidad de acuerdos de compraventa de energía renovable a largo plazo que existen, lo que disminuye el riesgo de intervencionismo”.
En este sentido, cabe señalar que España ha sido de los primeros países en aplicar un impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas durante los próximos dos años. Asimismo, el Ejecutivo ha abierto la puerta a negociar durante la tramitación de los presupuestos la permanencia de estos gravámenes a petición de Esquerra Republicana de Catalunya.
En el resto del Viejo Continente, Moody’s señala que los “estrechos” márgenes de reserva y los altos precios del gas apoyarán los elevados precios de la electricidad en el mercado mayorista. La calificadora estadounidense opina que el equilibrio entre la oferta y la demanda de electricidad durante el próximo invierno será “ajustado” en la mayoría de los mercados del noroeste de Europa debido a “la escasa disponibilidad de energía nuclear en Francia, la baja hidrología en toda Europa y los riesgos para el suministro de gas y, a su vez, para la generación de gas”.
“Esto es así a pesar de nuestra previsión de una menor demanda eléctrica en 2022-23 debido a la destrucción de la demanda industrial, provocada a su vez por los altos precios de la energía, y las medidas voluntarias de ahorro energético”, añaden, “El sur de Europa está mejor situado debido a la abundante generación renovable y al mayor acceso a las importaciones de gas natural licuado (GNL)”.
Con todo, desde Moody’s advierten que están aumentando los riesgos de “un posible nacionalismo energético que dificulte las exportaciones”. “La influencia de los precios de la electricidad en los beneficios de las energéticas puede disminuir si los gobiernos aplican impuestos imprevistos para recuperar los beneficios excepcionales”, subrayan.
En este sentido, la calificadora afirma que las últimas intervenciones gubernamentales en los mercados energéticos “no tienen precedentes”. “Hasta ahora, han equilibrado en general las subvenciones a los clientes, financiadas por los balances soberanos y, en algunos casos, los impuestos extraordinarios, con el apoyo crediticio a las energéticas mediante liquidez, pagos de compensación y, llegado el caso, la nacionalización”, apuntan. Sin embargo, añaden desde Moody’s, “está por ver durante cuánto tiempo los gobiernos subvencionarán a los consumidores y si las empresas energéticas no reguladas tendrán que asumir parte del coste de la crisis energética”.
A su vez, la firma neoyorquina señala que, a más largo plazo, la revisión del actual mecanismo de fijación de precios basado en el gas “podría dar lugar a una remodelación fundamental de los mercados eléctricos de la UE y/o del Reino Unido”.
Por otro lado, Moody’s subraya que las políticas energéticas europeas se han centrado en la seguridad del suministro, por lo que, a corto plazo, la generación de electricidad a partir del carbón se reactivará y la descarbonización del sector eléctrico dará un paso atrás. “A más largo plazo, esperamos un nuevo impulso a las energías renovables y, en algunos países, a la energía nuclear”, agregan.
“Los problemas de la cadena de suministro y el aumento de los tipos de harán subir el coste de las energías renovables, como como demuestran las recientes subastas y el aumento de los precios de los PPA”, concluyen desde Moody’s.