"El cambio de perspectiva se sustenta en un modelo de crecimiento más equilibrado para España"
Moody's ha cambiado la perspectiva del Gobierno de España de estable a positiva, al tiempo que afirma sus calificaciones de emisor a largo plazo y senior no garantizadas en 'Baa1'. Mientras, S&P Global Ratings ha confirmado las calificaciones 'A/A-1' de España con perspectiva estable.
En cuanto a Moody's, la agencia de calificación explica que el cambio de perspectiva "se sustenta en un modelo de crecimiento más equilibrado para España que podría conducir a un crecimiento mayor y menos volátil" de lo que supone actualmente.
"Como reflejo de una gobernanza sólida y, en particular, de una mayor eficacia de las políticas para abordar fuentes anteriores de desequilibrios macroeconómicos, la economía española presenta un bajo apalancamiento del sector privado, un sector bancario robusto, un superávit en cuenta corriente y un mercado laboral fortalecido en comparación con la última década", señalan.
Por su parte, la afirmación de las calificaciones de 'Baa1' refleja "la fortaleza económica de España, así como la fortaleza de sus instituciones y gobernanza que son significativamente más fuertes que las de sus pares calificadores. Estas características positivas se ven compensadas por la mayor carga de deuda de España en comparación con sus pares, junto con el debilitamiento de la asequibilidad de la deuda y los desafíos estructurales relacionados con el envejecimiento de la población que siguen siendo limitaciones a su fortaleza fiscal. La moderada exposición de España al riesgo geopolítico y político interno es otro desafío crediticio", añaden.
Respecto a S&P, exponen que la perspectiva estable refleja "riesgos equilibrados para la solvencia de España, dada una reducción muy gradual de la deuda pública, y una fragmentación política, que podría obstaculizar la implementación de políticas, contrarrestada por un crecimiento económico resiliente y un continuo desapalancamiento externo".
"La afirmación refleja factores divergentes que se contrarrestan en la evaluación de la solvencia de España. El panorama político fragmentado podría obstaculizar la implementación de reformas, incluidas las relacionadas con el Plan Nacional de Reformas, necesarias para el desembolso de las subvenciones restantes del Fondo de Recuperación y Resiliencia (FRR), nublando las perspectivas de crecimiento económico y retrasando la consolidación presupuestaria estructural", dicen.
Al mismo tiempo, "la reducción bruta de la deuda pública general de España es relativamente lenta a pesar del fuerte crecimiento nominal. A pesar de estas debilidades, la economía española ha tenido un buen desempeño frente a una serie de shocks y un constante desapalancamiento externo. La calificación también está respaldada por la gran y diversificada economía de España y su fortaleza institucional en el contexto de su membresía en la eurozona".