La agencia anuncia una perspectiva para el crédito soberano mundial negativa posiblemente hasta 2018
La agencia de calificación Moody's ha informado este lunes de que su perspectiva para el crédito soberano mundial es negativa, posiblemente hasta 2018, en medio de unas expectativas de bajo crecimiento económico y de alta deuda del sector público.
La agencia de calificación ha publicado una nota en la que detalla que alrededor del 26%, o 35 de las 134 calificaciones soberanas, tienen una perspectiva negativa. La agencia ha añadido que esta proporción es la más alta desde finales de 2012. Sólo 12 calificaciones de deuda soberana tienen actualmente una perspectiva positiva.
La agencia prevé que las tensiones políticas nacionales y regionales afecten la capacidad de los países para desarrollar e implementar nuevas políticas
"Nuestra perspectiva negativa para la solvencia soberana en 2015 se basa en nuestra expectativa de un crecimiento continuo bajo, un cambio hacia el estímulo fiscal que aumentará la ya alta deuda del sector público y el aumento de los riesgos políticos y geopolíticos. Muchos países soberanos de mercados emergentes enfrentan el riesgo adicional de salidas de capital. Como resultados, el 26% los países soberanos cuya deuda calificamos actualmente tiene perspectiva negativa, la mayor proporción desde 2012, mientras que sólo el 9% tiene perspectivas positivas, lo que indica que esperamos un movimiento de calificación ascendente limitado para éstos en 2017", señala Moodys en la nota.
La agencia prevé que las tensiones políticas nacionales y regionales afecten la capacidad de los países para desarrollar e implementar nuevas políticas. En este sentido, cita a Estados Unidos y la incertidumbre que genera el resultados electoral al otro lado del Atlántico, con el triunfo de Donald Trump. Según la agencia, este resultado electoral podría afectar el ratio 'Aaa' de EEUU basado en su fortaleza fiscal, así como los posibles cambios en sus políticas de comercio y seguridad.
Otras regiones también se enfrentan a problemas, señala Moody's, y cita las preocupaciones sobre los riesgos de una mayor fragmentación en la Unión Europea después de que Reino Unido votara por abandonar el bloque.
CRECIMIENTO ECONÓMICO BAJO
Alastair Wilson, director de riesgo soberano de Moody's, explica en el comunicado que "una de las principales restricciones de crédito para la mayoría de los países soberanos calificados es el persistente bajo entorno de crecimiento". "La capacidad de la política monetaria para apoyar el crecimiento en las economías avanzadas está disminuyendo y en muchos mercados emergentes se ve limitada por la inflación por encima de la meta y el cambio en las presiones", añade.
Moody's espera que las elevadas cargas de deuda del sector público aumenten aún más en medio de esas políticas fiscales expansionistas.
"Aunque una mayor inversión pública en infraestructuras podría estimular la demanda a corto plazo y aumentar el crecimiento potencial a largo plazo, muy pocos países soberanos pueden darse el lujo de asumir más deuda sin incurrir en cierta pérdida de solidez crediticia", añade el informe de Moody's.
"Desde comienzos de 2016, un tercio de los bonos soberanos nominales han experimentado una disminución en su fortaleza económica y dos quintos en su fortaleza fiscal", añade la nota.
S&P TAMBIÉN ADVIERTE DEL RIESGO EN EEUU
La agencia de calificación S&P confirmó el pasado jueves el rating de Estados Unidos en 'AA+' con perspectiva estable. Aun así, la agencia advertía de la "falta de experiencia en cargos públicos" de Donald Trump y de que la "incertidumbre sobre sus propuestas políticas" se abre con su mandato.
El periodo que se abre con Trump incluye además el control republicano de la Cámara de Representantes y del Senado, con lo que, si son capaces de trabajar juntos, explican los expertos de S&P, tendrán la capacidad de un gobierno más fácil que el de los últimos años con un Congreso "más dividido". Una victoria que se produce después de una campaña en la que "se intensificó el debate acerca de los problemas económicos, incluido el comercio internacional, la inmigración, la globalización de la industria, la desigualdad y el estancamiento de los ingresos reales de la clase media", resume S&P.
El comunicado refleja que la calificadora de riesgos confirma la nota para la deuda soberana estadounidense ante las expectativas de "una transición suave en el poder, un sello definitivo de la democracia de Estados Unidos, y la fortaleza de sus instituciones".