Ninguno de los dos tienen derecho a voto este año
Loretta Mester, presidenta de la Fed de Cleveland, y James Bullard, presidente de la Fed de San Luis, dos de los responsables políticos más beligerantes de la Reserva Federal (Fed), hablaron este jueves y sus palabras no han caído en saco roto.
Mester dijo que veía "argumentos económicos convincentes" para una subida de 50 puntos básicos en la pasada reunión de la Fed del 31 de enero y 1 de febrero, y Bullard señaló que apoyaría una subida de 50 puntos básicos en marzo si pudiera votar. Ambos han apuntando que los responsables políticos tienen que estar abiertos a mayores subidas de tipos en el futuro si las condiciones económicas lo justifican.
El dólar sube ante los nuevos indicios de persistentes presiones inflacionistas en Estados Unidos (tras el dato de ayer de precios de producción) y las declaraciones de los funcionarios de la Reserva Federal, que alimentan las expectativas de que continúen las alzas de los tipos de interés, comenta Ipek Ozkardeskaya, analista de Swissquote Bank. El índice DXY del dólar gana un 0,6%, hasta 104,443, tras haber alcanzado un máximo de seis semanas en 104,484.
"Las probabilidades de una subida de 50 puntos básicos en la reunión de marzo de la Fed se sitúan ahora en torno al 18%, mientras que a principios de esta semana la probabilidad era del 9%", añade Ozkardeskaya.
"Afortunadamente para los alcistas de la renta variable, tanto Mester como Bullard no votan este año. Pero su condición de no votantes no hizo que sus comentarios sonaran menos aterradores", concluye la experta.
Por su parte, Michael Hewson, director de análisis de CMC Markets en Londres, comenta que, "incluso si no había un argumento convincente para un movimiento de 50 puntos básicos en ese momento (reunión de febrero), sin duda los datos desde entonces sugieren que podría haber un argumento más fuerte para un movimiento de 50 puntos básicos en marzo". Añade Hewson que las actas de la Fed de la próxima semana serán interesantes de cara a ver si arrojan algo más de luz sobre hasta qué punto más miembros de la Fed comparten el pensamiento de Mester y Bullard.