Merkel pone en aprietos a Rajoy: las pensiones subirán en Alemania más de un 3%

En Alemania la pensión máxima es de 2.742 euros, y para alcanzarla hay que haber pagado durante 45 años la cotización más alta

En concreto, según ha anunciado este martes el ministro de Trabajo alemán, Hubertur Heil, las pensiones subirán este año en el país germano un 3,2% en el este y un 3,4% en el oeste. "Este año el buen desempeño del mercado laboral y los aumentos de salarios llevarán también a pensiones más altas", ha dicho Heil en la rueda de prensa en la que ha hecho el anuncio, según recoge Efe.

Cabe señalar que el monto de las pensiones se revisa anualmente en Alemania con base en los datos de la Oficina Federal de Estadística del país (Destatis) sobre la evolución de los salarios brutos. Así, el aumento de los sueldos ha permitido aumentar también el monto de las pensiones, aunque la subida será distinta entre el este y el oeste.

Esto se debe a que la diferencia forma parte de un proceso para equiparar el valor de las pensiones que reciben los ciudadanos del territorio de la extinta RDA con las del resto del país. Así, la pensión media actual es de 1.124 euros para los hombres del oeste del país y de 1.040 euros para los hombres en el territorio de la extinta República Democrática Alemana (RDA). Por su parte, en el este la pensión media para las mujeres es de 846 euros, mientras que en el oeste es de 580 euros, porque las jubiladas del este tienen normalmente más años de cotización.

En Alemania, además, la pensión máxima es de 2.742 euros, y para alcanzarla hay que haber pagado durante 45 años la cotización más alta, por lo que ese valor suele considerarse meramente teórico. Es más, en el país no existe una pensión mínima legal, pero sí un mecanismo, similar al de la ayuda social, que permite subir la pensión hasta el mínimo 'de existencia', es decir, hasta la cantidad mínima estimada necesaria para poder sobrevivir en la actualidad.

La edad de jubilación en el país que lidera Merkel se encuentra actualmente en los 65 años y 6 meses, aunque ya se ha decretado su subida paulatina hasta llegar a los 67 en 2031. Esto se debe al debate abierto en Alemania desde hace años, sobre la necesidad de cambiar el modelo de pensiones para garantizar su futuro ante los cambios demográficos que se han producido. Y es que en Alemania, como en España, el cada vez menor número de nacimientos hace peligrar el sistema.

De hecho, la financiación del sistema de pensiones germano se logra gracias a las cotizaciones de los trabajadores actuales. En concreto, el reparto se realiza en base a las cotizaciones de los trabajadores, que son las que pagan las pensiones de los jubilados, aunque también hay aportaciones del presupuesto federal.

Desde finales del siglo XX son muchas las voces que han alertado, desde el Gobierno alemán, de que que para mantener el nivel de vida de los jubilados, se debe completar la pensión con planes privados de jubilación, que en parte reciben subsidios del Estado. Este debate también ha surgido en España, e incluso algunos políticos han insinuado que los españoles deben contratar un plan privado si quieren tener asegurado su retiro.

En las últimas semanas son varias las ocasiones en las que los pensionistas han salido a la calle para protestar contra la escasa revalorización de las pensiones decretada por el Gobierno de Mariano Rajoy, del 0,25%. De hecho, la presión de las protestas llevó al jefe del Ejecutivo a comparecer hace unos días en el Congreso de los Diputados, en un pleno monográfico sobre las pensiones, en el que se comprometió a seguir subiendo las pensiones en la medida de lo posible -días antes había reconocido que era imposible revalorizar estas prestaciones de acuerdo al IPC- y en el que anunció un aumento de las pensiones mínimas y de viudedad siempre que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018.

De momento, el Gobierno se niega a incrementar estas prestaciones más de un 0,25%, porque las cuentas no salen. Este martes el Banco de España (BdE) se ha pronunciado al respecto y ha asegurado que un aumento superior a ese nivel requeriría modificar algunos parámetros del sistema, bien por el lado de los gastos, reduciéndolos, bien por el de los ingresos, aumentándolos, por ejemplo, vía impuestos. De hecho, el organismo que gobierna Luis María Linde asegura que el sistema público de pensiones está "garantizado" con las reformas de 2011 y 2013, en las que se contempla la mencionada subida del 0,25% en escenarios de crecimientos económicos "boyantes".