La inflación volverá a caer en tasa interanual, pero preocupa el incremento intermensual
14 de febrero. Para más señas, San Valentín o Día de los Enamorados. Esa es la fecha marcada en rojo por los mercados, cuando se conocerá el IPC de EEUU del mes de enero y se comprobará si la inflación de verdad se está relajando.
En diciembre sí que se vio ese descenso (la tasa anual retrocedió desde el 7,1% de noviembre hasta el 6,5%), pero lo que ocurrió entonces es que los inversores esperaban más. Es decir, querían ver una rebaja aún mayor en los precios y hubo cierta decepción. En esta ocasión, el consenso prevé una caída en la tasa general en términos interanuales hasta el 6,2% desde el 6,5% de diciembre y otra en la inflación subyacente hasta el 5,5% desde el 5,7% de diciembre. No obstante, la inflación subiría en términos intermensuales.
"Los mercados entrarán en una fase de consolidación que, en el corto plazo puede conllevar, además, una pequeña corrección"
"Estimamos que las presiones inflacionistas subyacentes se aceleraron en enero, ya que los servicios se mantuvieron sólidos y la inflación de los bienes volvió a situarse en terreno positivo. Prevemos que el IPC general suba un 0,5% intermensual (+6,2% interanual) mientras que el IPC subyacente aumentaría un 0,4% intermensual (5,5% interanual)", anticipan los expertos de Barclays.
Estos analistas han revisado al alza sus previsiones de IPC de EEUU a medio plazo a la luz de una revisión también al alza de la senda del IPC subyacente, principalmente en el primer semestre de este año, teniendo en cuenta que los mercados laborales siguen siendo sólidos. "Prevemos que el IPC subyacente se sitúe en el 3,2% interanual en diciembre de 2023 (2,9% anteriormente), antes de descender al 2,6% interanual (2,5% anteriormente) en diciembre de 2024", estiman.
Los expertos de Bank of America Merill Lynch anticipan, por su parte, que el IPC general y subyacente aumenten algo menos, un 0,4% y un 0,3% intermensual, respectivamente.
"Un IPC subyacente de enero por encima del 0,4% m/m marcaría un claro repunte de las presiones inflacionistas subyacentes y podría llevar al euro/dólar a un nuevo tramo a la baja", comentan por su parte desde Danske Bank.
Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank, explica que "si la inflación estadounidense no ha disminuido, o no lo ha hecho lo suficiente, o, Dios no lo quiera, ha subido inesperadamente en términos anuales, podríamos ver rápidamente cómo el optimismo (...) deja su lugar al miedo y al caos".
"Y digo sobre una base anual, porque sobre una base mensual, el consenso espera, de hecho, un repunte al 0,4% en enero desde el 0,1% un mes antes", añade.
Tiffany Wilding, economista para Norteamérica de Pimco, espera que "el IPC subyacente aumente un 0,3% intermensual, ligeramente por debajo del consenso y en línea con el ritmo reciente de la inflación subyacente".
"Las revisiones anuales de los factores estacionales del IPC apuntaron a un ritmo algo más fuerte de la inflación subyacente para finales de año, mientras que las ponderaciones actualizadas redujeron modestamente nuestras expectativas para el informe del IPC", destaca.
Los expertos de Nomura esperan que la inflación subyacente del IPC se mantenga "relativamente elevada" en 0,4% intermensual en enero como consecuencia de "las actualizaciones anuales de los precios de los servicios sanitarios y precios de las importaciones más altos impulsados por un dólar estadounidense más débil".
En todo caso, los expertos remarcan que va a ser el dato más relevante de la semana y de los últimos tiempos, muy importante para intentar determinar si el proceso "desinflacionista" al que se ha referido Jerome Powell en sus últimas comparecencias se reafirma. También será relevante para ver cómo se va definiendo la hoja de ruta de subidas de tipos de la Fed para las próximas reuniones, después de aumentar las apuestas de más alzas tras un dato de empleo de enero mucho más fuerte de lo esperado.
"Creemos que es poco probable que la Fed vuelva a subir los tipos 50 puntos básicos, pero seguimos abiertos a que el ciclo de subidas se prolongue hasta el verano y/o a que los tipos se mantengan al alza durante más tiempo", apunta Danske Bank.
Lo cierto es que las bolsas, aunque están recibiendo multitud de inputs en forma de datos macro muy relevantes, decisiones de bancos centrales y resultados empresariales de primer orden, están manteniendo la calma de manera considerable, sin lograr extender las subidas fuertes con las que arrancaron el año, pero también sin caer de forma excesivamente pronunciada, salvo sustos puntuales.
La cuestión ahora es si el IPC de EEUU de enero moverá al mercado, en tanto en cuanto podría reactualizar lo que se espera que haga la Fed con los tipos en los próximos meses, o no será así. Lo cierto es que, como les venimos contando en los últimos tiempos, los inversores están empezando a 'relativizar' estos planes de los bancos centrales para contener la inflación, que estarían más o menos descontados y que ya no son la principal preocupación, aunque siguen siendo, sin duda, el principal tema de interés.
En cuanto al impacto que pueda tener el IPC de esta semana, Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities, considera que no servirá de catalizador, y que las bolsas continuarán consolidando.
"Los inversores centran su atención en las cifras del IPC estadounidense de enero, que se darán a conocer el martes y que pueden ser importantes para determinar el comportamiento de la renta variable occidental en el corto plazo. En ese sentido, insistimos en que, por el momento, no identificamos ningún nuevo catalizador que permita a los principales índices superar en el corto plazo las importantes resistencias a las que se enfrentan a sus actuales niveles", comenta.
"Es por ello que seguimos defendiendo que los mercados entrarán en una fase de consolidación que, en el corto plazo puede conllevar, además, una pequeña corrección, dados los actuales niveles de sobrecompra que presentan los índices y muchos valores", añade.
Pese a todo, desde Link aconsejan mantener posiciones, al menos hasta que no se confirme un deterioro importante del aspecto técnico de los mercados, "algo que no esperamos que ocurra por el momento".