Creen que "la renta fija y variable volverán a su dinámica habitual de mostrar correlación inversa"
"El mercado exagera las bajadas de tipos oficiales", aseguran en Banca March, donde anticipan que el ritmo de reducción será más moderado. Además, prevén un aterrizaje suave de la economía.
Calculan que la economía global crecerá un 3% en 2025, una décima menos de lo esperado para este ejercicio. Aunque supondrá medio punto menos que el promedio de los últimos 50 años, "sigue siendo un crecimiento sostenido", dicen.
En particular, para la eurozona, creen que se dirige hacia una leve recuperación, que será del 1,4% el próximo año, frente al 0,8% de este año. El impulso vendrá de las economías más ligadas a los servicios, como la española. No obstante, no prevé una reactivación muy espectacular.
Asimismo, la bajada de los precios de la energía contribuirá a una tímida recuperación de algunas de las economías más industriales y exportadoras, como Alemania.
En lo que respecta la política monetaria, en la entidad vaticinan que el Banco Central Europeo (BCE) limitará su acción a un tercer recorte de tipos de interés este ejercicio y que la Reserva Federal de EEUU (Fed) hará dos más. Para 2025 prevé un recorte de 100 puntos básicos en ambas regiones.
"La entidad considera que los recortes de tipos de interés que anticipa el mercado se encuentran bastante inflados y no concuerdan con un escenario de aterrizaje suave de la economía. Para EEUU esperan seis recortes de tipos durante los próximos 15 meses frente a los ocho que descuenta la curva actualmente; para el BCE la estimación es algo más moderada, con cinco recortes en diciembre de 2025", explican.
Ven que el principal obstáculo para alcanzar los objetivos de inflación continúan siendo los servicios. Pese a que la inflación está entrando en niveles de confort para los bancos centrales, se estima que, en 2025, se situará en el 2,5% en EEUU y en el 2,2% en la zona euro.
Además, el equipo de Estrategia de Mercados de Banca March ha hecho referencia a la situación tanto de la renta variable como de la fija.
Así, vislumbra un escenario "moderadamente positivo" para la renta variable. "Desde un punto de vista histórico, las fases de recortes de tipos oficiales suelen ofrecer menos retornos que las de pausa de tipos oficiales", afirman. Prevén incrementar riesgo únicamente en caídas.
Además, apuntan que, desde comienzos de año, los retornos acumulados están excesivamente concentrados en un número muy limitado de compañías. Una situación que "condiciona mucho la valoración de los índices".
En cuanto a la renta fija, creen que las bajadas de tipos de interés abren un entorno propicio para invertir en ella, dado que ofrecerá a los inversores la posibilidad de disfrutar de cupones elevados durante más tiempo. No obstante, matizan que, en el estricto corto plazo, recomiendan una mayor cautela en duración.
"Una vez eliminados los fantasmas inflacionistas, la renta fija y variable volverán a su dinámica habitual de mostrar correlación inversa, por lo que las carteras mixtas y equilibradas, a partir de ahora, proporcionarán unos retornos más estables y diversificados", concluyen.