Pese a ello, no cree correcto que se celebre un segundo referéndum
La primera ministra británica, Theresa May, ha admitido por primera vez la posibilidad de que "no haya Brexit". Ha sido en una entrevista con la BBC, en la que ha dejado claro que no cree correcto que se celebre un segundo referéndum sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Pese a todo, el Gobierno británico mantiene la votación sobre el acuerdo sellado con Bruselas para el próximo 11 de diciembre.
Según ha recalcado la 'premier', los parlamentarios se enfrentan a tres posibilidades: elegir entre su acuerdo para la salida de Reino Unido de la UE, que el país abandone el bloque sin haber cerrado ningún pacto o incluso que no se produzca finalmente el Brexit. Así lo ha dicho en la mencionada entrevista, en la que ha destacado que se encuentra negociando con los diputados para dar al Parlamento un mayor papel en caso de que se active el mecanismo de emergencia para la frontera de Irlanda del Norte, el llamado 'backstop', aunque no ha dado más detalles al respecto.
"Está claro que en la Cámara de los Comunes hay quien quiere frustrar el Brexit y revocar el voto de los británicos y eso no está bien", ha dicho May, que cree que el país no debe volver a convocar a los ciudadanos a las urnas para una segunda consulta, tras la celebrada en junio de 2016.
En la entrevista, que ha sido en la emisora Radio 4 de la cadena pública británica, la 'premier' ha evitado repetidamente las preguntas sobre si está dispuesta a aplazar la votación prevista para el próximo 11 de diciembre sobre el Acuerdo de Retirada pactado entre Londres y Brusela, aunque posteriormente el Gobierno ha confirmado que la votación del acuerdo del Brexit no se retrasará y se producirá "según lo planeado", recoge Efe.
Asimismo, Downing Street ha agregado que el Acuerdo de Retirada no podrá ser modificado antes de esa fecha, dejando claro que el texto está "pactado y finalizado". "Lo que se votará será lo aprobado en el Acuerdo de Retirada y en la Declaración Política", ha señalado un portavoz del Ejecutivo británico, que ha respondido así a la oposición parlamentaria, que había anunciado que rechazará el tratado.
May necesita el apoyo al acuerdo de al menos 320 diputados de la Cámara de los Comunes, pero cerca de un centenar de los 316 parlamentarios conservadores han dicho públicamente que votarán en contra, así como los diez de los miembros de su socio de Gobierno, el norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP).
EL TJUE SE PRONUNCIA
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) provocó a principios de semana un gran revuelo al decir Manuel Campos Sánchez-Bordona, abogado del alto tribunal, que Reino Unido puede revocar "unilateralmente" la notificación de su intención de retirarse de la Unión Europea y frenar, por tanto, el Brexit.
El próximo 10 de diciembre, un día antes de que el Parlamento británico vote el Acuerdo de Retirada, el tribunal con sede el Luxemburgo se pronunciará sobre esta cuestión y decidirá si, efectivamente, permite al país revertir unilateralmente el Brexit retractando la carta del Artículo 50 presentada tras el referéndum, en lo que sería un fallo histórico que podría dar esperanzas a aquellos que no quieren que se ejecute el divorcio.
Incluso algunos expertos apuntan a que la decisión del TJUE, de confirmarse, podría animar a algunos legisladores pro-europeos vacilantes a votar en contra del acuerdo alcanzado por las dos partes. Otros, apuntan que si se le da esta prebenda a Reino Unido, podría ser bueno para May porque podría revolver a los partidarios de un Brexit duro, sin acuerdo, y alentarlos a apoyar su plan.