Mario Draghi siembra ya el terreno para que el euríbor comience a subir

El BCE ofrece las primeras 'excusas' para que la referencia hipotecaria empiece a subir

Pedro Calvo
Bolsamania | 09 mar, 2017 19:17 - Actualizado: 07:04
hipotecas billetes

El BCE dio y el BCE quitará. Si la extraordinaria descarga monetaria de la entidad presidida por Mario Draghi desembocó en que el euríbor a 12 meses bajara como nunca e incluso entrara en terreno negativo, la marcha atrás de la institución obligará a que la referencia hipotecaria vuelva sobre sus pasos. Y este jueves ha dado los primeros motivos para que lo haga.

Porque la menor preocupación manifestada por Draghi, combinada con el hecho de que haya descartado que los tipos bajen más, prepara el terreno para que el euríbor abandone su anómala situación actual y comience a subir. O lo que es lo mismo, el banquero italiano ha puesto la primera piedra para que, por ahora, emprenda el camino de vuelta hacia el 0%.

Si el euríbor acumula trece meses por debajo del 0% se debe a la extraordinaria política monetaria de Draghi, marcada por una histórica inyección de liquidez y los tipos más bajos de siempre. Tan bajos, que uno de ellos, el tipo que se aplica en la facilidad de depósito, se encuentra en el -0,40%. Lleva en negativo desde mediados de 2014, pero ha sido su progresivo descenso en cotas negativas el que ha empujado al euríbor a 12 meses a seguir su estela y situarse igualmente en negativo.

La media mensual del euríbor, que es la que se tiene en cuenta en los contratos hipotecarios, acumula 13 meses en negativo. En febrero de este año, de hecho, marcó un nuevo mínimo histórico al bajar hasta el -0,106%. Y por ahora en marzo camina hacia otro récord, puesto que su promedio se sitúa en el -0,112%.

Pero Draghi, con las novedades introducidas este jueves, ha introducido cambios suficientes como para que el euríbor empresa el regreso. En el mercado, de hecho, ya se cuestionan sus últimos descensos, puesto que se entiende que no tiene sentido que continúe descendiendo. Y eso, antes de los últimos matices de Draghi.

En ningún caso, eso sí, hay argumentos para que la subida sea rápida. Ni pronunciada. Pero la situación sí está virando lo suficiente como para que el dinero que se compra y se vende a 12 meses vista se intercambie ya a unos intereses más altos que hasta ahora.

UNA COINCIDENCIA PELIGROSA

El euríbor, por tanto, se encamina hacia lo que, tarde o temprano, tenía que llegar. Su internada en terreno negativo es fruto de una política monetaria extraordinaria y desesperada. O lo que es lo mismo, el euríbor negativo es un 'hijo' más de la crisis. A la inversa, que empiece a subir y deje de estar en negativo será síntoma de que la situación está mejorando.

Ahora bien, su retorno hacia la normalidad puede llegar en un momento delicado. Salvo que se produzcan cambios en la hoja de ruta prevista, a mediados de 2017 entrará en vigor el nuevo cálculo del euríbor, que estará basado ya en transacciones de mercado reales, no en voluntades e intenciones, como ocurre ahora. Y el destino puede deparar una coincidencia con consecuencias graves y paradójicas. Porque se puede dar la circunstancia de que el nuevo cálculo entre en vigor justo cuando el euríbor esté empezando a subir, con lo que existirá la tentación de vincular su subida al nuevo cálculo. Y la paradoja estará servida: tras las infinitas críticas recibidas por el actual cálculo del euríbor, el futuro cálculo también será criticado, en su caso porque alimenta las subidas.

La cuestión es que no será sólo una paradoja intelectual. Traerá consecuencias, y de hecho los bufetes de abogados están preparando la artillería para la entrada en vigor del nuevo cálculo de la referencia hipotecaria. Si, en efecto, hay clientes que entienden que este cambio les perjudica, una tentación que estará servida en bandeja por esa coincidencia, el nuevo cálculo amenaza con abrir otro frente de litigios vinculado a las hipotecas.

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