La candidatura de Barcelona por la Agencia del Medicamento pasa el 'examen político' en plena crisis catalana

Los Veintisiete tendrán este martes la primera "discusión política" sobre la futura sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), a la que aspira Barcelona

  • Constatarán la falta de avances en las negociaciones del Brexit
Bolsamanía
Europa Press | 17 oct, 2017 07:34 - Actualizado: 08:01
dolors montserrat
La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat

Los Veintisiete tendrán este martes la primera "discusión política" sobre la futura sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), a la que aspira Barcelona, como última etapa formal del proceso antes de que el 20 de noviembre decidan la ubicación de esta agencia y de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) cuando dejen Londres a causa del Brexit. Con la crisis catalana en pleno apogeo, el conflicto entre el Estado y la región, que no se había tenido en cuenta en evaluaciones anteriores, puede ahora cobrar protagonismo.

El debate tendrá lugar en el consejo de ministros de Asuntos Generales de la UE que se celebrará en Luxemburgo sin la presencia de Reino Unido y en el que también harán balance del estado de las negociaciones del Brexit, que según Bruselas se encuentran en "punto muerto" por las diferencias sobre la factura de salida.

En la valoración del Ejecutivo comunitario previa no pesó el desafío independentista en Cataluña, porque sigue siendo un asunto que la UE considera "interno"

La Comisión Europea publicó el pasado 30 de septiembre su evaluación de las 19 ciudades europeas que quieren albergar la EMA y de las ocho que se han ofrecido para acoger la EBA, pero no estableció ninguna clasificación de las candidatas ni descartó perfiles.

El análisis de Bruselas se limitó a examinar las candidaturas a partir de los seis criterios "técnicos" y "objetivos" y certificó que cumplen con estas exigencias mínimas. Este documento servirá como base para la discusión a Veintisiete, aunque se espera que cada delegación haga valer los puntos que consideran que deben pesar más.

En la valoración del Ejecutivo comunitario no pesó el desafío independentista en Cataluña, porque sigue siendo un asunto que la UE considera "interno" y que no tiene relación con los criterios "técnicos" evaluados, aunque sí podría salir en la discusión a nivel política.

Los ministros tampoco podrán tener en cuenta otros informes como las encuestas realizadas por la propia EMA sobre los destinos favoritos de sus cerca de 900 empleados, según han advertido fuentes europeas, ya que "está muy claro que no forma de los criterios objetivos" pactados por los líderes de la UE.

POCOS AVANCES EN NEGOCIACIÓN DEL BREXIT

El resto de la sesión de los ministros en Luxemburgo se dedicará a analizar el estado de las negociaciones para pactar el divorcio de Reino Unido de la Unión Europea, en las que la falta de avances impedirá a los mandatarios de la UE abrir la segunda fase de las conversaciones en su cumbre de finales de esta semana.

En su lugar, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea a 27 se harán eco de las conclusiones del negociador europeo, Michel Barnier, tras la quinta ronda de contactos que concluyó la semana pasada sin logros de calado.

Las tres prioridades de la primera fase, las condiciones del divorcio, siguen abiertas, aunque ha habido ciertos avances en cuanto a las garantías para los derechos de los ciudadanos y la frontera irlandesa.

Las diferencias sobre la factura de salida que Londres deberá asumir por la salida del bloque son el principal escollo, ya que hasta ahora las partes ni siquiera han logrado abordar el asunto en la mesa de negociaciones y sigue relegada a discusiones de tipo "técnico".

En cualquier caso, se espera que los líderes europeos dejen para el mes de diciembre la evaluación de progresos para pasar a la segunda fase, la que permitiría abordar el periodo de transición que reclama Londres y empezar a dibujar el marco futuro de las relaciones.

La UE a 27 rechaza de plano dar ese paso mientras sigan abiertas las prioridades, pero se espera que sí den su visto bueno a iniciar "conversaciones internas" para empezar a definir lo que los Estados miembros piensan y esperan del periodo transitorio y de las relaciones futuras, de acuerdo a las primeras versiones de la declaración que adoptarán el viernes.

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