Londres no está dispuesto a asumir la factura del divorcio sin que la UE se comprometa a hacer concesiones
La ronda de negociaciones del mes de octubre del proceso de abandono de Reino Unido de la Unión Europea dejó buen sabor de boca. Tanto el ministro del Brexit, David Davis, como el jefe negociador del bloque comunitario, Michel Barnier, aseguraron que se habían producido avances significativos en lo que parecía un proceso enquistado. Pero las informaciones publicadas por ‘Bloomberg’ de que el proceso podría fracasar si el bloque de ‘los veintisiete’ no hace algunas concesiones significativas ha caído como un jarro de agua fría y ha provocado un retroceso en la libra.
Según explica este medio, funcionarios conocedores de las conversaciones han expresado su preocupación sobre el inmovilismo de los socios comunitarios. Según el medio, si tras la cumbre de líderes de la UE de esta semana no hay una señal clara de que las negociaciones alcanzarán acuerdos en materias como el comercio y de que se establecerá un período de transición más largo, todo el proceso de Brexit entrará en fallida. Además, indican que estos avances deben hacerse públicos en la ronda de negociaciones de diciembre.
Las conversaciones han entrado en una suerte de callejón sin salida en el que Bruselas presiona a Londres para que asuma la factura del divorcio
Tras los contactos de octubre, entre los responsables del proceso, Barnier señaló que se podría proporcionar un período de gracia de 2 años a Reino Unido. Es decir, ampliar el rango temporal de salida hasta 2021. Pero las últimas informaciones apuntan a que las conversaciones han entrado en una suerte de callejón sin salida en el que Bruselas presiona a Londres para que asuma la factura del divorcio, mientras del otro lado del Canal de la Mancha sólo quieren abordar esta cuestión cuando haya un acuerdo comercial firme.
De hecho, Europa subordina el futuro de las relaciones comerciales a que haya ”suficiente progreso" en el proyecto de ley de salida, los derechos de los ciudadanos de la UE y la frontera irlandesa. Con este panorama, a menos de 18 meses para la fecha efectiva de salida, los riesgos de que Gran Bretaña se salga del bloque sin un acuerdo están creciendo.
LA CLAVE ESTÁ EN LA CUMBRE DE LA UE
Además, con la cumbre europea en ciernes, el lenguaje hacia el Brexit se ha endurecido notablemente, a petición de Francia y Alemania, según 'Bloomberg'.
Este lunes se distribuyeron los proyectos de conclusiones del cónclave comunitario que agrega obstáculos adicionales para Reino Unido. De hecho, presentan un ataque frontal a una de las líneas rojas del Gobierno de Theresa May, ya que reclaman garantizar un papel en el futuro acuerdo para el Tribunal de Justicia Europeo, un punto en el que la primera ministra británica se ha mostrado implacable y ha dejado claro que no quiere ceder terreno.
May considera como uno de sus triunfos defender la postura de los más euroescépticos y poner “fin a la jurisdicción directa del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE)” en Reino Unido". Sin embargo, no descarta que el tribunal mantenga su poder durante un periodo de transición tras la salida oficial de Reino Unido, periodo que duraría años.
Se espera que de la cumbre de este jueves y viernes arroje luz en esta historia. Con el objetivo de que las relaciones comerciales entre el bloque comunitario y Londres sea uno de los temas principales del cónclave, May ha viajado este Lunes a Bruselas para abordar este asunto con el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
La oficina de May ha asegurado que la reunión estaba programada desde hace tiempo pero no ha dado más detalles al respecto. En cambio, la cena no estaba publicada en la agenda de Juncker ni tampoco en la del negociador europeo del Brexit, Michel Barnier, que ha asistido a la cena junto con su homólogo británico, David Davis. Según Bloomberg, los resultados de este encuentro han sido también escasos.
¿PREPARADOS PARA EL 'HARD BREXIT'?
La realidad para los mercados y empresas es que no se ha descontado una salida sin acuerdo. Por este motivo, las empresas deben prepararse para un Brexit 'duro' y sin periodo de transición, según ha asegurado el vicegobernador del Banco de Irlanda, Ed Silvey, en su primer discurso de relevancia pronunciado desde su nombramiento en la Cumbre financiera organizada por el Instituto de Servicios Financieros (FSI, por sus siglas en inglés) en Dublín.
Es completamente plausible que haya un Brexit duro y sin periodo de transición
"Es completamente plausible que haya un Brexit duro y sin periodo de transición, por lo que las empresas deben prepararse para este escenario, particularmente el sector de seguros", aseveró Silvey. En este sentido, el economista explicó que la salida de Reino Unido de la Unión Europea tiene un impacto "directo" y "material" sobre la actividad de las empresas que operan en Irlanda, fundamentalmente las dedicadas a ofrecer servicios financieros y las que cuentan con un exposición clara a Reino Unido.
Asimismo, Silvey indicó que el propio Banco Central también está desarrollando planes para hacer frente al Brexit. De este modo, ha asignado a expertos en supervisión y regulación "veteranos" y "experimentados" para evaluar, procesar y autorizar los cambios económicos que se producirán por el 'divorcio', como la entrada de nuevas firmas o cambios en las ya existentes.
Otros responsables económicos de Irlanda, como el secretario general del Departamento de Gasto Público del país, Robert Watt, dijo que si Reino Unido se va de manera desordenada no solo sería una "catástrofe" para el país saliente, sino también para la UE en su conjunto.