La entidad también constata el cambio de guía al mercado del 8 de marzo
Las actas de la reunión del mes de marzo del Banco Central Europeo (BCE) no han dejado lugar a la sorpresa. Reflejan que el banco central estima que todavía es necesario un "amplio grado de política monetaria acomodaticia" para sostener la expansión económica de la Eurozona y la evolución de la inflación. No obstante, la reacción en el euro no se ha hecho esperar y se ha dejado llevar por las ventas. La moneda comunitaria cede un 0,5% en la jornada y se acerca a los 1,2300 dólares.
Varios miembros del BCE, entre ellos su presidente Mario Draghi, han apuntado a un fin de los estímulos más próximo de lo previsto
La entidad también confirma el cambio de guía al mercado del 8 de marzo y que ha retirado la referencia a aumentar compras de deuda en caso de que fuese necesario, debido a la mayor confianza en que los precios alcanzarán a medio plazo su objetivo, ligeramente inferior al 2%. La reacción en el mercado de las divisas viene porque en las jornadas anteriores, habían sido las palabras de varios miembros del BCE, entre ellos su presidente, Mario Draghi, que apuntaban a un fin de los estímulos más próximo de lo previsto, lo que había dado alas a la divisa comunitaria.
Es más, los miembros del Consejo de Gobierno del supervisor monetario señalaron que la eliminación de esa referencia "no debe ser malentendida" en el sentido de que pueda restringir su capacidad de reacción ante un empeoramiento de la situación económica.
PROTECCIONISMO Y APRECIACIÓN DEL EURO
Las actas reflejan también la preocupación entre los miembros del Consejo por la apreciación del euro, que no ha tenido por el momento efectos negativos en la inflación, pero destacaron que la volatilidad de los tipos de cambio "continúa siendo una significativa fuente de incertidumbre y un riesgo que necesita ser monitoreado".
Por otra parte, también han resaltado las condiciones financieras que reflejan, en parte, "los crecientes riesgos de proteccionismo" y una mayor sensibilidad del mercado a la comunicación de las políticas monetarias. Los consejeros constataron que los riesgos de un conflicto comercial se han incrementado lo que puede tener "efectos negativos sobre la confianza", mientras que su impacto en la inflación "es más ambiguo e incierto".