Larry Fink, de BlackRock, advierte: el alza del dólar podría ralentizar las inversiones y el crecimiento en EE.UU.
En su carta anual a accionistas, el consejero delegado analiza el escenario de diferentes políticas monetarias
La divergencia en cuanto a políticas monetarias genera volatilidad en los mercados de divisas, ha asegurado Larry Fink, consejero delegado de BlackRock, en su carta anual a accionistas. Fink analiza el impacto de la fortaleza del dólar en Estados Unidos y advierte de que podría ralentizar las decisiones de inversión de las empresas y el crecimiento económico.
“El espectro de una subida de tipos en Estados Unidos ha presionado al alza al dólar, mientras que el euro muestra una debilidad sin precedentes”, recuerda a los accionistas de BlackRock el consejero delegado, Larry Fink, en su carta anual. “Además de su repercusión en los tipos de interés y en los mercados de riesgo, la divergencia en cuanto a políticas monetarias también genera volatilidad en los mercados de divisas”, arguye.
A juicio del ejecutivo del gigante mundial de gestión de activos, la fortaleza relativa del dólar está teniendo un impacto en las exportaciones estadounidenses. “La valoración relativa del dólar está afectando rápidamente y de manera sustancial a las empresas estadounidenses y a su capacidad para competir en un mercado global. Si bien la economía estadounidense en su conjunto no está excesivamente expuesta a las exportaciones, muchas de sus empresas más importantes e influyentes sí lo están”, señala.
Si bien la economía de EE.UU. en su conjunto no está muy expuesta a las exportaciones, muchas empresas sí lo están
En línea con el anterior argumento, desde BlackRock esperan que la evolución reciente del dólar con las principales divisas derive en “un deterioro de la confianza por parte de los consejeros delegados que podría ralentizar tanto las decisiones de inversión como el crecimiento futuro del país (Estados Unidos)”.
Fink también analiza el escenario de petróleo. “El crudo barato tendrá un efecto similar al de una considerable bajada de impuestos para la economía global y podría desembocar en una redistribución de la riqueza”, proyecta. No obstante, avisa de que estos efectos no serán uniformes. “Las economías productoras de energía con unos costes elevados están experimentando dificultades y los países cuyas monedas se han devaluado en los últimos meses obtienen ganancias más modestas”.
OPCIONES PARA LOS JUBILADOS
En el contexto global de diferentes políticas monetarias, muchas de ellas que provocan tasas de tipos de interés reales negativos (tasa de interés nominal menos inflación), “las personas actualmente prejubiladas no tienen demasiadas opciones”, asevera el ejecutivo de BlackRock. Una de ellas, tradicional, es invertir en depósitos, pero éstos tienen una rentabilidad real cercana a cero o incluso negativa. Otra alternativa es “buscar en vano una aseguradora sedienta de capital que pueda brindar un producto con reparto de rentas garantizado o asumir más riesgos en un momento en que deberían centrarse en la percepción de rentas periódicas en lugar de en la revalorización del capital”.
El consejero delegado también habla sobre la evolución de la pirámide poblacional. “La longevidad transformará el mercado laboral, puesto que a los trabajadores más jóvenes cada vez les cuesta más acceder al mismo”, considera.
La longevidad transformará el mercado laboral. A los jóvenes cada vez les cuesta más acceder a él
En este sentido, el coste de vivir más años coincide con la diversidad en las perspectivas económicas, unos retornos reducidos y un crecimiento liviano. Al problema del envejecimiento de la población se sumaría que los ciudadanos de todo el mundo presentan escaso nivel de inversión, y los gobiernos se enfrentan así a desafíos importantes.
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TECNOLOGÍA
Gran parte de la carta anual a accionistas está dedicada a hablar del impacto del avance de la tecnología. “La tecnología está cambiando el modo en que vivimos y nuestros hábitos de consumo. Y la longevidad está generando inestabilidad demográfica”, resume. “En la pasada década de los noventa, el mundo hablaba del cambio impulsado por la tecnología de la información, que se materializaba a la 'velocidad de Internet'. Ese ritmo parece ahora a cámara lenta debido al efecto multiplicador de la tecnología actual”.
Un ejemplo citado por Fink es el del crowfunding, y cómo los préstamos entre particulares suponen nuevas vías de captación de capital para emprendedores. “Aunque los efectos a largo plazo de estas tendencias resultan difíciles de prever, no cabe duda de que la 'economía compartida' está transformando el modo en que el capital fluye a través del sistema”.
Por otro lado, destaca que la tecnología agiliza y democratiza el acceso a los inversores y permite a los inversores reaccionar ante cambios repentinos en los mercados. Ambos puntos son clave para la industria.
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