Los profesionales de tecnologías de la información, Big Data y Ciberseguridad serán los pefiles más demandados por el mercado laboral en 2017
La tecnología lleva años siendo un sector que demanda profesionales constantemente. De hecho, este 2017, los profesionales de tecnologías de la información, del Big Data o de la Ciberseguridad serán las profesiones más demandadas. Pero ¿hay trabajadores preparados? Sí que los hay, pero no suficientes. Y es que la tecnología va más deprisa que la formación de los trabajadores. Además, cada día aparecen nuevos empleos, lo que obliga a la constante transformación.
“Ya no se demandan perfiles únicamente técnicos, porque van apareciendo nuevas categorías relacionadas con la tecnología”, explica Raúl Riesco, gerente de la Dirección de Operaciones de Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe). Así, pone varios ejemplos como los abogados que se tienen que especializar en privacidad o en el uso de los datos para no atentar contra la intimidad; o el uso de economistas que permitan a las grandes compañías de seguros hacer frente, mediante nuevas pólizas, a los ciberataques
Albert Cobella, manager de Spring Professional (Adecco), asegura que el mercado laboral no está preparado a nivel tecnológico, “puesto que la tecnología evoluciona mucho más rápido que nuestro mercado de trabajo y porque la necesidad creciente de profesionales en este sector supera la oferta existente”.
La tecnología evoluciona mucho más rápido que nuestro mercado de trabajo y porque la necesidad creciente de profesionales en este sector supera la oferta existente
En la parte técnica, tal y como explica Riesco, en 2016 se ha notado un crecimiento en el número de ofertas de empleo relacionado con la “inteligencia” de los datos, que permiten prevenir ataques o detectarlos a tiempo.
Luis Pérez, director de Relaciones Institucionales de Randstad, comenta que las empresas están realizando una gran inversión en materia de automatización de procesos y, en general, se detecta una fuerte apuesta por la tecnología. De hecho, “muchos de los perfiles de responsabilidad que se buscarán en el mercado laboral en 2017 están directamente relacionados con este objetivo de digitalización empresarial: analistas o desarrolladores en IT, ingenieros relacionados con robótica y mecatrónica, etc.”, añade.
Desde Randstad prevén que la digitalización puede generar en España 1,25 millones de empleos en los próximos cinco años. Sin embargo, para que se llegue a materializar hay que hacer una serie de tareas como como flexibilizar el mercado de trabajo, facilitar la re-educación de los profesionales con políticas de empleo adecuadas, llevar a cabo iniciativas para aumentar el número de estudiantes universitarios STEM (un acrónimo en inglés de science, technology, engineering y mathematics) o fomentar la movilidad de los profesionales para satisfacer las necesidades de las compañías.
PREPARAR EL MERCADO LABORAL
“Nos encontramos en un contexto de 'crisis de talento', donde el mercado laboral demanda más perfiles especializados de los que se ofertan actualmente”, apunta Luis Pérez. El gerente de la Dirección de Operaciones de Incibe insiste en que el mercado laboral va por detrás. Por su parte, Cobella explica que para adaptarse a estos trabajos es necesario tener una formación específica en desarrollo de software.
Para adaptarse a estos trabajos es necesario tener una formación específica en desarrollo de software
Así, añade que están naciendo empresas que prometen formar al empleado en desarrollo de software en pocos meses y “están teniendo mucho éxito porque permiten insertar en el mercado laboral a personas que están desempleadas en un sector con falta de profesionales”. Además, según comenta, en un futuro la importancia de la tecnología en los empleos será mucho mayor que en la actualidad.
Los datos demuestran cómo crece este sector. El informe ONTSI, publicado en noviembre de 2016, señala que el empleo en ciberseguridad ha crecido más de un 35%. Asimismo, la demanda de perfiles STEM aumenta año tras año, pero el número de titulados en estos sectores descenderá al 3,5% interanual hasta 2021. “Este desajuste provoca que la lucha por atraer y retener el talento se haya posicionado como un elemento clave para el presente y el futuro de las compañías, ya que supone una ventaja competitiva determinante respecto a las empresas”, asegura Luis Pérez.
Sin embargo, tan necesario como la formación y especialización de los empleados también lo es la existencia de otros empleados que lideren los cambios en las organizaciones, “con creatividad y capacidad para solucionar problemas complejos, y que sean capaces de tomar decisiones en momentos importantes”, explica el director de Relaciones Institucionales de Randstad.
LA CIBERSEGURIDAD, EL PRESENTE
Los nuevos productos carecen de componentes de seguridad adecuados, como pueden ser los dispositivos conectados al internet de las cosas. Esto ha provocado, en 2016, uno de los mayores ataques utilizando este tipo de dispositivos por incorporar vulnerabilidades y/o carecer del nivel de seguridad adecuado, “que permitían a gente malintencionada utilizarlos para realizar un ataque de denegación de servicio distribuido a proveedores de servicio”, señala Raúl Riesco, gerente de la Dirección de Operaciones de Incibe.
Debido todos estos acontecimientos, la oferta de formación en Ciberseguridad, tanto reglada como no reglada, está creciendo. Sin embargo, tal y como comenta Riesco, tiene aún un peso muy importante la auto-formación, el ser autodidactas. “Aun así, a diferencia de hace años, cuando casi no había nada de información pública, ahora hay gran cantidad de información, por lo que es fácil empezar aunque no tanto el especializarse”, asegura el miembro de Incibe.
En este escenario, Riesco recomienda que la gente se informe de las conferencias y eventos de ciberseguridad en sus comunidades autónomas para poder introducirse más en la materia. De hecho, desde Incibe han creado Cybercamp a escala nacional que está dirigido a todos los públicos, para facilitar la formación en este campo.
Para trabajar en estas disciplinas hace falta creatividad, capacidad de resolución de problemas complejos, pensamiento analítico, pero “sobre todo trabajo en equipo y ganas de aprender cosas nuevas a diario”, aconseja Raúl Riesco.