Goldman Sachs ha realizado un informe en el que analiza los beneficios y las pérdidas que generará al estado esta reforma
Goldman Sachs ha analizado la reforma fiscal que pretende llevar al cabo el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los datos son claros: el estado dejará de ingresar 2,63 billones de dólares si estas medidas se llevan a cabo.
La reforma fiscal del nuevo presidente de EEUU es uno de los cambios más esperados por parte de las empresas, ya que Estados Unidos posee el tipo impositivo más alto entre las grandes economías, y en línea con el lado más proteccionista de Trump, el objetivo es repatriar el dinero hacia las arcas de su economía.
La base de la reforma que pretende Trump se centra en modificar el tipo global, que en la ley actual es del 35% y que el nuevo presidente quiere llevar hasta el 15%. Según los datos de Goldman, esta rebaja fiscal supondría una una pérdida de ingresos para el estado de 2,35 billones de dólares.
El otro efecto claro es sobre la repatriación de negocio por parte de las empresas. Trump pretende rebajar la fiscalidad sobre los ingresos fuente del negocio repatriado del 35% al que tributarían en condiciones normales a sólo el 10%. Según los analistas de Goldman, el efecto sobre las cuentas del estado supondría un aumento de los ingresos de 150.000 millones.
Además, Trump pretende reducir los impuestos para los beneficios generados en el extranjero, que actualmente cotizan al 35% y quiere llevar al 10%. Según el informe, el impacto total sobre las arcas de Estados unidos será de pérdidas de 2,63 billones de dólares en ingresos, un 1,05% del PIB actual del país.
Para las empresas, el efecto es el contrario. Los analistas de Goldman esperan que el beneficio operativo se incremente un 10%, mientras que el beneficio neto subiría un 5%. Esta mejora de los resultados repercutiría directamente en la cotización del índice S&P 500, que esperan que se impulse hasta los 2.400 puntos.
"ALGO PARA TEMER: EL DÉFICIT FEDERAL"
Esta rebaja de impuestos por parte de Trump tendría consecuencias directas sobre el déficit federal, y si se llevara a cabo en su totalidad alcanzaría el 6,1% en 2018, prácticamente el doble de lo registrado en 2016 (3,2%). Las previsiones de Goldman Sachs esperan que el nuevo presidente de Estados Unidos no cumpla en su totalidad con el plan, y prevé un déficit del 3,4% en 2017 y del 4% para 2018.
Desde el punto de vista de los ingresos, el sector más expuesto será el tecnológico (59%), seguido de los materiales (48%) y la energía (43%). En el lado contrario se encuentran las empresas de telecomunicaciones, las 'utilities' y las inmobiliarias.