Un 53,4% de los 3.491 votantes de una encuesta culpa directamente a los políticos por el dinero público perdido en el rescate bancario
La semana pasada, el Banco de España cifró en 60 mil millones de euros el dinero público perdido en el rescate a 14 cajas y bancos. En una encuesta realiza por Bolsamanía, los lectores responsabilizan a los políticos de esta pérdida de dinero público.
De entre las cuatro opciones posibles, un 53,4% de los 3.491 votantes, ha responsabilizado a los políticos por el dinero público perdido en el rescate bancario. Un porcentaje muy reducido (4,5%) a la crisis inmobiliaria, mientras que el 21% señala al supervisor Banco de España y otro 20% a los propios banqueros.
Un 53,4% de los 3491 votantes de una encuesta, ha culpado directamente a los políticos por el dinero público perdido en el rescate bancario
Los lectores de Bolsamanía, por tanto, tienen claro que los políticos son culpables del agujero de 60.613 millones sobre la parte del rescate financiero que no se llegará a recuperar, lo que supone el 80% del dinero invertido en sanear a los bancos y, principalmente, a las cajas de ahorros, que recibieron ayudas públicas de 76 mil millones.
En un intenso informe presentado hace varios días, el organismo gobernado por Luis María Linde calcula que se han recuperado 4.139 millones y se estima que se pueden recuperar todavía 12.198, aunque para ello "sería necesario deducir el valor de los activos propiedad del FROB y cuya venta o resolución podrán generar ingresos en un futuro".
La cantidad restante, que no está ni entre el dinero recuperado ni el que cree el Banco de España que es recuperable, asciende a 60.613 millones de euros -un 5,6% del PIB-. La cifra se divide en 39.542 millones que corresponden a fondos públicos aportados por el FROB y otros 21.071 millones que proceden del FGDEC. En otro informe, el organismo calculó que el rescate bancario engordó la deuda española en 45.500 millones de euros.
No obstante, el supervisor se lavó las manos al asegurar que "la falta de herramientas de vigilancia e identificación temprana de riesgos sistémicos y el escaso desarrollo que hasta entonces se había producido en el ámbito de las políticas macroprudenciales a escala global dificultaron la detección temprana de estos excesos".