El IPC subyacente se situó en el 1,5% en septiembre frente al 1,6% en agosto
El comportamiento de los precios en la economía alemana alivia la presión sobre Mario Draghi y sus colegas en el Banco Central Europeo (BCE). La inflación subyacente, sin energía ni alimentos, de la principal economía de la Eurozona, se redujo una décima en septiembre hasta el 1,5% interanual.
Esto supone más tranquilidad para el BCE, que tendrá su próxima reunión de política monetaria el 26 de octubre. El organismo aseguró en agosto que en otoño indicará al mercado sus planes sobre el programa de compras de activos de 60.000 millones de euros mensuales, diseñado para proseguir hasta diciembre, "y más allá si fuera necesario", mientras que en las actas de la última reunión señaló que esta explicación ocurrirá durante "los próximos meses".
Mientras, la presión desde Alemania no ha cesado. Y no sólo desde Wolfgang Schäuble, el más beligerante con la política del banco central, sino también desde otras figuras destacadas. La semana pasada, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, aseguró que los tipos bajos -permanecen al 0%- "no deben durar mucho tiempo. Las ayudas de la política monetaria deberían cesar de manera rápida y consistente". Sin embargo, ayer Mario Draghi reiteró que el 'dinero gratis' seguirá durante "un largo periodo de tiempo" incluso tras el horizonte de las compras de activos.
En este contexto, la oficina estadística alemana Destatis ha publicado hoy el dato de inflación definitivo de septiembre, que confirma en el 1,8% interanual, igual que en agosto. No obstante, el indicador que es una referencia para el BCE por excluir la volatilidad de la energía y de los alimentos no elaborados, la inflación subyacente, se reduce una décima hasta el incremento del 1,5% respecto al mes de septiembre del año anterior. De hecho, los precios energéticos se incrementaron un 2,7% con el año anterior. Aun así, el incremento de los precios sigue muy por encima del promedio del 0,5% del año pasado.