Atasco en la guerra con Uber y Cabify: el taxi llama a la huelga nacional a sus 70.000 conductores

En julio de 2017 España contaba con un total de 69.972 taxis, frente a los 70.084 registrados en el mismo periodo del año anterior

Una crisis propiciada no sólo por sus nuevos competidores, a los que critican por la 'protección' que reciben de la Administración (el sector asegura que las licencias VTC concedidas superan a las fijadas por ley) y por sus prácticas de intrusismo y competencia desleal, sino porque el Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de confirmar que hay 112 taxis menos que hace un año en toda España.

Concretamente, a fecha de julio de 2017 el territorio español contaba con un total de 69.972 taxis, frente a los 70.084 registrados en el mismo periodo del año anterior. Y por si esto fuera poco, Estadística confirma que esta es la cifra más baja de los últimos once años y la primera vez que hay menos de 70.000 taxis en España desde julio de 2006, cuando se contabilizaron 69.862.

Y en medio de este panorama, el sector del taxi vuelve a la huelga. Los paros convocados para este miércoles en todo el país durarán 24 horas e irán acompañados de una manifestación en Madrid, que arrancará a las 11 horas desde Atocha y terminará en la Plaza de Nepturno, frente a las puertas del Congreso de los Diputados. Su objetivo es denunciar, tal y como explica Miguel Ángel Leal, presidente de Fedetaxi, organización mayoritaria del sector, la “infame expropiación” de su negocio y la “entrega del servicio público de taxi a las multinacionales”.

“Sabíamos que esto iba a pasar, y no nos han hecho caso”, dice Leal en declaraciones a 'Bolsamanía'. El máximo responsable de Fedetaxi explica que ellos no son contrarios a la competencia, siempre que sea “sana” y se rija por “las leyes”. Cuando una de las partes sale “perjudicada” la convivencia “es imposible”, porque no hay “respeto a las normas”, recalca.

En un comunicado remitido por esta organización los taxistas exigen a las administraciones públicas (Estado, CCAA y Ayuntamientos) que asuman su responsabilidad, porque “han abandonado a los taxistas a una suerte de expropiación de sus negocios para entregarlos a las plataformas multinacionales”. Reclaman una actuación coordinada para solucionar este problema, que ha desembocado en una “liberalización encubierta” que se ha agravado tras la masiva concesión de licencias VTC por parte de la Justicia.

También exigen que Uber y Cabify “cumplan la legislación vigente”, y que las administraciones persigan a todo aquel que las infrinja. Según explica Leal, piden que haya “igualdad de condiciones” en el negocio, y que los vehículos con licencia VTC operen siguiendo los preceptos marcados por ley. En su caso, explica el presidente de Fedetaxi, sólo pueden transportar viajeros “previa contratación”, pero asegura que la realidad dista mucho de ser esa. “La contratación es inmediata: cogen pasajeros a pie de calle, en paradas de taxi...”, y eso está perjudicando al sector, remarca.

Con el fin de atajar el conflicto entre los dos sectores, Fomento prepara ya una serie de medidas que espera aprobar este mismo año, y entre las que figura la prohibición de vender licencias VTC en los dos años siguientes a su concesión para evitar la 'burbuja' especulativa que podría crearse una vez los tribunales ratifiquen las entre 10.000 y 11.000 autorizaciones para circular de este tipo que están pendientes, en virtud de un vacío legal generado en el sector entre los años 2009 y 2013 -periodo en que se liberalizó este servicio mediante la ley Ómnibus del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, pero que en su día fueron denegadas-, y que podrían concederse en los próximos dos años.

Según la ley de transporte, debería haber un coche con licencia VTC por cada 30 taxis, pero la ratio actual es de 1/10

Según los taxistas, la “inundación” de licencias VTC que va a sufrir el mercado supondrá una “desregulación” aún mayor que la actual que las administraciones públicas ya no van a poder ignorar mirando hacia otro lado. Entre las medidas reclamadas por el sector del taxi, y que Fomento podría incluir en el Real Decreto que prepara, es la de obligar a que estas empresas inscriban en un registro público todos los servicios que realicen, llevando además una matrícula que les diferencie del taxi.

Además, el taxi pide una “reordenación” de la actividad de los vehículos VTC, reclamando restricciones en su número al igual que ocurre con su sector. Según la ley de transporte, debería haber un coche con licencia VTC por cada 30 taxis, aunque los datos recientemente aportados por el Ministerio de Fomento demuestran que no es así. Según el departamento que dirige Íñigo de la Serna, actualmente (a fecha de 2 de noviembre) hay en España un total de 64.114 licencias de taxi, frente a las 6.173 licencias VTC, lo que deja la ratio en 1 coche del servicio de vehículo con conductor por cada 10 taxis.

UBER Y CABIFY SE DEFIENDEN

Los taxistas han expresado su “preocupación” por el impacto que pueda tener ese 'aluvión' de licencias en “los puestos de trabajo del taxi”, hablando de “precarización” y de problemas para “el propio sistema de transporte de las ciudades”. No obstante, Uber y Cabify siguen tendiendo la mano, aunque, eso sí, defendiéndose de las acusaciones de los taxistas.

Estas empresas, desde el inicio del conflicto, han señalado que su negocio no es competencia del taxi, sino complementario, y que “beneficia a la sociedad, ya que contribuye a que los ciudadanos se planteen dejar su coche particular en casa y a que las ciudades estén menos congestionadas y sean más sostenibles”. Sin embargo, el sector del taxi es contundente: “No estamos dispuestos a la uberización de los servicios públicos”.

El problema ha surgido, sobre todo, a raíz de la llegada de estas plataformas a España. Cabify comenzó a operar en 2012, mientras que Uber, tras sus polémicos inicios en 2014 con conductores no profesionales, lleva con su actual servicio desde 2015. Ambas empresas permiten pedir un coche a través de apps, lo que ha difuminado las barreras entre los vehículos de alquiler con conductor, que requieren reserva previa, y los taxis. Así, los VTC, que antes del 'boom' que propició el vacío legal entre 2009 y 2013 eran minoritarios, han pasado a competir directamente con el taxi, que ha visto en las huelgas y protestas la única forma de luchar contra este nuevo competidor.

El sector del taxi es contundente: “No estamos dispuestos a la uberización de los servicios públicos”

Mientras tanto, Fomento insiste en que mantiene la puerta abierta al diálogo con ambas partes y recuerda que ya está trabajando en la mencionada batería de medidas para “reforzar la lucha contra el fraude e intrusismo en la prestación de este tipo de servicios” VTC. En un comunicado remitido este martes, horas antes de la huelga de taxistas, el departamento aprovechaba para recordar que no le corresponde ni el otorgamiento de licencias de taxi ni el de licencias VTC, pero sí la regulación de este último sector, afirmando que la resolución del problema está al caer. También afirmaba que el Gobierno “no tiene capacidad de actuar frente a autorizaciones que se están otorgando por la vía judicial, mediante sentencia, aunque se esté superando el ratio del 1/30”.

Fomento aseguraba también que va a seguir trabajando para que haya “un equilibrio ordenado entre la actividad de ambos sectores”, y aprovechó para instar a Ayuntamientos y CCAA a que colaboren, cada uno dentro de su marco competencial, a “garantizar el cumplimiento de la ley vigente y a reforzar las inspecciones”, recordando que a ellas, en tanto que encargadas de otorgar las pertinentes licencias de taxi y VTC, también son responsables de la inspección de estos servicios.