La incertidumbre electoral marca el cónclave monetario que termina hoy
Las elecciones de EEUU están demasiado cerca y por eso es mejor 'no mover ficha'. Este es el motivo principal por el que la Reserva Federal (Fed) estadounidense no subirá los tipos en la reunión de noviembre, que termina hoy. El mercado de futuros apenas concede una probabilidad del 20% a que la entidad presidida por Janet Yellen eleve esta vez el precio del dinero, porcentaje que crece hasta el 66% para la cita de diciembre. La pregunta que surge ahora es qué ocurrirá después de las elecciones, sobre todo si finalmente el candidato republicano, Donald Trump, consigue alcanzar la presidencia de Estados Unidos, algo que el mercado no espera... pero tampoco descarta.
Las críticas de Trump a la política monetaria de Janet Yellen se han sucedido durante toda su campaña. En el primer debate presidencial, Trump dijo que Yellen había mantenido los tipos bajos por razones políticas y que la Fed estaba creando un problema para el mercado de valores que aparecerá cuando comience a subir los tipos.
Las críticas de Trump a la política monetaria de Janet Yellen, presidenta de la Fed, se han sucedido durante toda su campaña
Los analistas creen que la independencia de la Fed podría peligrar si Trump gana las elecciones. "Creo que los mercados tienen que preocuparse por esto. Creo que hay una posibilidad real de que Trump pueda alinearse con los miembros del Congreso que quieren limitar la independencia de la Fed", avisa Gren Valliere, analista de la firma Horizon Investments. Incluso hay quien habla incluso de una dimisión inmediata de Janet Yellen si esto ocurre.
"Si Donald Trump gana las elecciones presidenciales de noviembre existe una clara posibilidad de que la presidenta de la Fed, Janet Yellen, renuncie casi inmediatamente, tal vez incluso antes de la reunión de mediados de diciembre", expone Paul Ashworth, economista jefe de Capital Economics. "Es difícil ver cómo podría continuar en su posición hasta que su mandato actual venza a principios de 2018", añade.
Con todo, tal y como subrayan desde Link Securities, lo que parece claro es que, si la inestabilidad política llega también a Estados Unidos, una subida de tipos podría complicarse a pesar del esperado repunte del ritmo de crecimiento de la economía estadounidense en los dos últimos trimestres del año algo que, en principio, apuntalaría esa subida. No en vano, para estos expertos, es precisamente esa inestabilidad política la que hace que, a pesar de que los datos macro hayan mejorado en EEUU, no se vaya a producir una subida de tipos aquí a "mañana". "Aún quedan muchos retos por superar y muchas incertidumbres, sobre todo de tipo político, que pueden hacer descarrilar la recuperación económica", advierten. Lo que el mercado da por hecho es que la Fed mantendrá hoy los tipos en el 0,25-0,50% en el que se encuentran desde diciembre de 2015.
Si la inestabilidad política llega también a EEUU, una subida de tipos podría complicarse a pesar del esperado repunte del ritmo de crecimiento de la economía estadounidense en los dos últimos trimestres
DEJANDO A UN LADO EL 'FACTOR TRUMP'
Al margen del impacto que pueda tener un hipotético triunfo electoral de Trump en la política monetaria estadounidense, lo que quedó claro en la última reunión de la Fed es la división existente en el seno del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés). De sus diez miembros, tres -Esther George, presidenta de la Fed de Kansas City, Loretta Mester, de la Fed de Cleveland, y Eric Rosengren, de la Fed de Boston- son claramente partidarios de subir los tipos en diciembre (de hecho votaron a favor de ello en septiembre).
Estos tres miembros ya han advertido, además, de que la credibilidad del organismo quedará seriamente comprometida de no optar por esta medida a finales de año. Frente a ellos, Lael Brainard, Daniel Tarullo y Charles Evans serían partidarios de mantener una política laxa y no tocar los tipos. Las actas del encuentro de septiembre también mostraron que parte de los siete miembros del FOMC que habían votado a favor del statu quo lo hicieron con poco convencimiento y consideran que sería conveniente acometer de forma más o menos rápida un alza de tipos.
Esta fractura provoca que el mercado esté expectante ante el comunicado que la Fed emitirá a las 19 horas, en el que recogerá si George, Mester y Rosengren se mantienen como los 'halcones' de la entidad. La relevancia del comunicado crece, además, porque esta vez no habrá comparecencia de Janet Yellen ni la Fed ofrecerá sus previsiones sobre la economía y los tipos de interés. La cita de diciembre sí acogerá ambas referencias, otro argumento que se esgrime para apostar porque la esperada subida de tipos será el próximo mes.
La caída en el mercado de bonos estaría anticipando el final de las políticas expansivas de los bancos centrales
LA BRÚJULA DE LOS BONOS
El mercado de bonos ya la está anticipando con el descenso de los precios. Los informes de los analistas han subrayado las caídas que están experimentando los bonos soberanos europeos, estadounidenses y japoneses, entre otros, y las han vinculado directamente con las políticas monetarias de los bancos centrales. Desde IG Markets y Link Securities indican que estos recortes son un claro indicativo de que los inversores están empezando a descontar que el final de las políticas de expansivas implementadas por los bancos centrales está muy cerca. De hecho, la rentabilidad del bono a 10 años cerró el pasado jueves a 1,86%, el nivel más alto desde mayo.
"Una nueva preocupación está naciendo entre los inversores: la caída del precio de los bonos, fruto de los temores sobre un futuro endurecimiento monetario", señala Daniel Pingarrón, analista de IG Markets.