Con la igualdad, la riqueza global podría aumentar unos 23 billones hasta 2025, según BofA
La igualdad de género en el ámbito laboral, educativo o sanitario es la gran asignatura pendiente de todas las economías. Pese a los programas en marcha por parte de los gobiernos mundiales para avanzar hacia sociedades más igualitarias y conciliadoras, el cierre de la brecha entre hombres y mujeres permanece como un objetivo lejano y tiene un elevado coste económico. Concretamente, la riqueza mundial acumula pérdidas de una 60 billones de euros (70 billones dólares) en los últimos 30 años, por culpa de no tener en cuenta la diversidad de género o raza, según un análisis de BofA.
“Los prejuicios de género y raciales conducen a disparidades persistentes en el mercado laboral y limitan la economía”, subraya Haim Israel, estratega del banco de inversión estadounidense. De hecho, según sus cálculos, “tardaremos 257 años en cerrar la brecha de género actual”, por lo que en el próximo lustro, el PIB mundial dejará de ganar otros 23 billones de euros (28 billones de dólares).
En España, la factura de las desigualdades entre hombres y mujeres asciende a 230.487 millones de euros, un 18,5% del PIB y 3,2 millones de empleos, según el índice ClosinGap, un indicador resultado del informe elaborado por PwC que cuantifica y sigue anualmente la evolución de la igualdad de género en nuestro país. Mejorar las desigualdades en el ámbito laboral impulsaría el país un 10%, según este informe, que refleja que las mujeres cada vez participan más en el mercado laboral y durante más años, pero continúan trabajando menos horas y con un menor salario que los hombres, lo que se refleja a su vez en pensiones de jubilación más bajas.
Del mismo modo, si las horas trabajadas de las mujeres fuesen las mismas que las de sus homólogos masculinos, el PIB podría crecer hasta un 7,5%. Por último, si se igualase la distribución sectorial del empleo femenino a la de los hombres, el PIB se incrementaría hasta un 1%. A este contexto se le añade el denominado 'techo de cristal' y la escasa presencia de la mujer en posiciones de liderazgo y toma de decisiones.
Sin ir más lejos, España tiene solo un 34% de mujeres directivas, según el informe “Women In Business 2021”, elaborado por Forbes y Grant Thornton, una presencia que se halla estancada en los dos últimos años, frente al 66% de hombres en estos puestos. A pesar de ello, España se mantiene aún en el top 10 mundial de países con mejores políticas de diversidad e igualdad.
Las desigualdades se incrementan en sectores como el bancario. De los 73 directivos de los bancos del Ibex 35, Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter, poco más de un 20% son mujeres (15 en concreto), a pesar de la creciente presencia femenina en estas empresas, según los informes sobre gobierno corporativo correspondientes al último ejercicio, depositados por la gran banca en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En EEUU, el panorama no es mejor. Aunque la diversidad en los consejos de administración ha mejorado, el número de empresas del S&P 500 con una mujer directora general o equivalente sigue siendo obstinadamente bajo, con menos del 5% (ha cambiado poco en los últimos tres años y menos que hace cinco), según BofA. El 75% de las 3.200 compañías que cotizan en el Nasdaq no tienen ni siquiera una mujer en su consejo de administración. "Las cifras bajan aún más si, además, la directiva está racializada: solo hay una consejera delegada afrodescendiente entre las empresas del S&P 500 y solo 8 tienen al menos un 50% de directivas en su consejo", destaca Israel.
En cuanto a la maternidad, Estados Unidos es uno de los 8 países del mundo que no tiene bajas de maternidad, según Unicef. A esto hay que sumar una caída en los ingresos de en torno a un 31%, que es lo que se calcula que se reducen una vez se tiene un hijo.
Así las cosas, el informe del banco estadounidense concluye que "la paridad plena no llegará hasta 2277", más de 250 años por delante para seguir apoyando políticas que fomenten un mundo laboral más feminista.