La economía de la Zona Euro se desacelera en el primer trimestre
Crece a un ritmo del 0,4% frente al 0,7% del último trimestre de 2017
- Este crecimiento menor se sitúa en línea con lo previsto por el consenso
El PIB de la Zona Euro del primer trimestre subió un 0,4%, lo que implica una ralentización de su ritmo de crecimiento, ya que aumentó un 0,7% en el último trimestre de 2017, según ha anunciado este miércoles la Oficina Europea de Estadística, Eurostat.
Esta desaceleración está en línea con lo esperado y los economistas señalan que se debe a factores temporales y que la economía debería seguir expandiéndose fuertemente este año.
El PIB en los 19 países que comparten el euro creció un 0,4% en comparación con el último trimestre de 2017 y un 2,5% interanual, según Eurostat. La estimación preliminar de Eurostat está en línea con las estimaciones de los analistas pero muy por debajo del incremento del 0,7% observado en los tres meses previos.
La tasa de crecimiento empujó a la Zona Euro por detrás de Estados Unidos pero aún por delante de Gran Bretaña, que registró su crecimiento más débil desde 2012.
Los datos de la confianza económica cayeron en marzo, pero se mantuvieron prácticamente sin cambios en abril, lo que lleva a los analistas a pronosticar que la economía de la Zona Euro retrocederá a niveles de crecimiento saludables de alrededor del 2% en los próximos trimestres.
"Factores temporales, incluido un clima inusualmente frío, trabajadores en huelga, cuellos de botella a corto plazo e incluso un brote de gripe, parecen haber influido en el crecimiento del PIB en el el primer trimestre", dijeron los economistas de Capital Economics en una nota a clientes recogida por Reuters.
"Dado el alto nivel de confianza del consumidor, sospechamos que el crecimiento del consumo aumentará en el segundo trimestre y ayudará a impulsar el crecimiento trimestral del PIB a alrededor del 0,5% o 0,6%", añadieron.
La confianza se redujo en parte por las preocupaciones sobre una guerra comercial con Estados Unidos, que aún podría desatarse si Washington impone aranceles a las importaciones de acero y aluminio de la Unión Europea. La decisión sobre esto vence ahora el 1 de junio tras la prórroga anunciada por Estados Unidos.
