El único apoyo oficial a estos tributos es el de Podemos
Los bancos ya rechazaron esta medida por ser "distorsionante"
El Gobierno de Pedro Sánchez es consciente desde antes de tomar el poder de que va a tener difícil aprobar leyes. El PSOE solamente cuenta con 84 diputados, una cifra muy lejana a la mitad de la Cámara necesaria para sacar adelante iniciativas legislativas.
La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, confía en poder aprobar dos imposiciones a la banca para financiar las pensiones o, al menos, para aumentar la base de ingresos al sistema, como explicó el jueves durante una entrevista con RNE.
Por una parte, el Gobierno querría implantar un impuesto a las transacciones financieras. La idea de crear una imposición a todo movimiento financiero no es nueva, pues fue creada hace décadas por el economista James Tobin, por lo que se le concedió el nombre de 'tasa Tobin'. En segundo lugar, la ministra plantea un impuesto genérico a los bancos que, muy probablemente, trasladarán a sus clientes mediante más comisiones o un encarecimiento de los productos y servicios.
La ministra de Trabajo explicó que el Ejecutivo aún debe someter el tema "a la consideración del resto de los grupos políticos", así como "debatirlo en el Pacto de Toledo”. La legislación contempla que las pensiones han de sufragarse, “básicamente”, a través de las cotizaciones, pero pueden ser complementadas con aportaciones por impuestos recogidos en los Presupuestos Generales del Estado.
Tras mantener las cuentas de este año, que fueron diseñadas cuando el PP ocupaba la Moncloa, el Gobierno de Sánchez tendrá, al menos, una oportunidad para incluir estos impuestos en las Presupuestos Generales del Estado. Sería para las cuentas de 2019, en las que el Gobierno debería ponerse a trabajar ya, dado que deberán presentarse en septiembre.
Valerio, que recordó durante la entrevista que el Gobierno saliente quería crear un impuesto a las tecnológicas (la conocida como ‘tasa Google’), cree que “está claro que solamente con esos impuestos no se resuelve un déficit que terminó el año pasado con más de 18.000 millones de euros”.
PODEMOS, ÚNICO APOYO DE SÁNCHEZ POR EL MOMENTO
Es difícil que la aprobación de estas dos medidas salga adelante debido a la debilidad del Gobierno de Sánchez, que no cuenta con más apoyos parlamentarios que los de su propio partido. No obstante, es cierto que Podemos se ha mostrado favorable a crear este impuesto.
De hecho, la formación liderada por Pablo Iglesias registró en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley de impuestos a la banca con la intención de recuperar las ayudas concedidas al sistema financiero a través de una aportación por parte de los bancos. Podemos calculaba que este impuesto aportaría unos 6.000 millones del euros al sistema.
El Ejecutivo, entonces liderado por Mariano Rajoy, no estuvo muy de acuerdo con ese cálculo. Vetó la proposición de ley presentada por Unidos Podemos alegando que solamente conseguiría recaudar 700 millones de euros, cantidad que compensaría los 800 o 900 millones de euros de pérdida que supondría para el Estado el perjuicio al valor de la participación que ostenta en Bankia.
Sin embargo, el apoyo del partido morado es el único con el que, a priori, contaría el PSOE. Tanto el Partido Popular como Ciudadanos rechazaron esta idea en el momento de la propuesta. Otros partidos, como PNV, PDeCat o ERC, apoyos de Sánchez para derribar al Gobierno de Mariano Rajoy, no se han pronunciado aún sobre el tema.
En la misma entrevista, Valerio ha trasladado que en el Ejecutivo de Sánchez son “conscientes” de que “la aritmética parlamentaria es compleja”, por lo que intentarán “llegar a consensos” salvo en supuestos de “extraordinaria y urgente necesidad” de aprobar alguna iniciativa a través de un real decreto ley.
LA BANCA, MUY EN CONTRA
La banca, como es lógico, se ha mostrado totalmente en contra de este impuesto desde el primer momento en el que se sugirió, que implicaría una merma del 8% de sus ganancias en España. Los primeros ejecutivos de los principales bancos ya rechazaron la creación de este tributo cuando el PSOE lo propuso.
A Ana Botín, presidenta de Santander, le pareció que "imponer una tasa impositiva diferente no se justifica". La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, reconoció que no le gustaba nada y advirtió que "los impuestos que se ponen a empresas al final los acaban pagando los ciudadanos".
El primer ejecutivo de BBVA, Francisco González, por su parte, lo consideró “distorsionante”, pero fue más allá. "Soy muy mayor para escuchar estas cosas. Las he oído muchas veces en la vida en países más como Bolivia que en Europa", profirió a los periodistas durante la presentación de las cuentas anuales del banco.
El número uno de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, sin embargo, quiso ser más “prudente” al no conocer en el momento la propuesta en profundidad , aunque explicó que el tema de las pensiones requiere una “solución global”.