'Un resultado electoral favorable para la economía española pasa por PP, Ciudadanos o UpyD'
Juergen B. Donges sigue pensando que Grecia no va a hacer nada de lo que se le exige y que, aun así, continuará en la zona euro, y sigue creyendo que un triunfo de un Gobierno de izquierdas en España sería muy perjudicial para nuestro país. Y es que, el Catedrático Emérito de Economía de la Universidad de Colonia y ex-presidente del Consejo Alemán de Expertos Económicos, tiene y seguirá teniendo las ideas muy claras.
Pregunta. La actualidad manda y tengo que preguntarle, en primer lugar, por la situación de Grecia y por esos movimientos de quitar o poner a Varoufakis al frente del grupo que negocia con las “instituciones”. ¿Si Varoufakis se fuera las cosas serían más fáciles?
Respuesta. Varoufakis era y es la voz de su amo, Alexis Tsipras. Que yo sepa, el jefe del Gobierno griego sigue con la idea que le vendió al electorado de su partido Syriza: que la Comisión Europea, el BCE y el FMI concedan las ayudas financieras que sean necesarias sin condiciones con respecto a políticas presupuestarias y reformas estructurales. Es decir, Grecia quiere cheques en blanco. Varoufakis lo planteaba a su estilo: con arrogancia y desfachatez. Los nuevos interlocutores parece que tienen modales de diálogo más elegantes. Pero no por eso va a ser más fácil llegar a un acuerdo. Habrá algún acuerdo in extremis, y descafeinado, para que el país pueda afrontar los próximos pagos. Pero las negociaciones duras están por venir, en verano u otoño.
Los nuevos interlocutores griegos parece que tienen modales de diálogo más elegantes que Varoufakis
P. Mucho se habla de lo malo que sería para Europa la salida de Grecia de la Zona Euro pero parece que puede tener más efectos 'cualitativos' (contagio) que realmente impacto 'cualitativos'. ¿En qué medida la Zona Euro sufriría un grave perjuicio si Grecia sale de ella?
R. Yo no comparto esos temores. En los últimos años la exposición de inversores internacionales privados en Grecia ha sido reducida notablemente, aparte de la fuerte quita efectuada en 2012. Los principales acreedores ahora son el BCE y los otros Gobiernos de países del euro a través del MEDE. Un repudio griego de esta deuda afectaría a los contribuyentes de estos países, no a los inversores privados, y por consiguiente no tendría por qué crear tensiones en los mercados financieros. Además, muchos ya hemos descontado que Grecia jamás va a devolver en su totalidad los préstamos recibidos. Por otra parte, un Grexit ordenado, con ayudas financieras transitorias por parte de la Comisión Europea y el BCE para afrontar los compromisos de pago más apremiantes, podría fortalecer la arquitectura de gobernanza de la eurozona.
P. Usted dijo en una entrevista recientemente que creía que se iba a llegar a un acuerdo, que Grecia presentaría una serie de propuestas ambiguas, que no cumpliría ninguna y que nada cambiaría hasta que no viniera alguien a dar un puñetazo en la mesa. ¿Quién debería dar ese puñetazo?
R. Mucho me temo que el Gobierno de Tsipras se comportará como sus predecesores: sólo cumplir lo fácil e ignorar lo sustancial. Puede hacerlo así mientras los líderes políticos europeos, y muy especialmente Merkel, Hollande, Juncker, Schulz y Draghi, se aferren públicamente al objetivo de mantener a toda costa la unidad de la zona euro. Ninguno de ellos quiere cargar con la responsabilidad de ser considerado como el causante de un Grexit. Pero me consta que en diversos países los Gobiernos empiezan a enfadarse en serio por las tácticas dilatorias aplicadas por los reprensantes griegos en las reuniones del Eurogrupo y del Consejo Europeo. Algunos como el ministro de Finanzas belga ya hablan de la necesidad de un plan B. Posiblemente si alguien dice ¡basta! será de un país pequeño.
Ni Merkel, ni Hollande, ni Juncker o Schulz quieren cargar con la responsabilidad de ser considerado como el causante de un Grexit
P. Merkel parece haber cedido el protagonismo en Europa a otros actores principales, ¿considera que esto es así? ¿Cuál cree que es el motivo?
R. La canciller sigue muy comprometida con los asuntos del euro. Ahora bien, en los últimos meses ha dedicado mucho tiempo y energía a buscarle una solución duradera al conflicto entre Ucraina y Rusia. En Alemania, las relaciones políticas y económicas con el Este de Europa y concretamente Rusia constituyen tradicionalmente un pilar de la política exterior del Gobierno Federal.
P. Como consejero del Gobierno alemán, ¿cree que la forma de ver la realidad económica del Gobierno germano es realmente la que se debe aplicar al resto de Europa?
R. Yo fuí asesor, a través del Consejo de Expertos Económicos de Alemania (los “Cinco Sabios”), de los cancilleres Kohl y Schröder. Ni ellos vieron, ni Merkel ve la realidad económica europea desde una perspectiva alemana sui generis. Un sinfín de estudios empíricos, entre ellos del BCE, han demostrado que elevados niveles de déficits públicos y de deuda pública no son sostenibles en el tiempo; y distorsiones estructurales en la economía real y las instituciones, tampoco. Las recientes crisis de la deuda soberana en diversos países de la eurozona han sido de orígen casero, también la bancaria en España. Alemania podrá servir de chivo expiatorio para confundir a la opinión publica. Pero al final del día no hay más remedio que arreglar las cosas en casa.
Merkel ha dedicado mucho tiempo y energía a buscarle una solución duradera al conflicto entre Ucraina y Rusia
P. Si retiramos la vista de Grecia y la fijamos en Estados Unidos, la incertidumbre llega de la mano de la Reserva Federal. Recientemente, José Luis Cava nos decía que era “mentira” que la Fed fuera a subir tipos este año porque estaría actuando al revés de lo que están haciendo ahora 20 bancos centrales. ¿Cree que asistiremos a la tan comentada subida de tipos este año?
R. Esta es la pregunta del millón. No lo sabe nadie. Para la Fed jugará un papel importante la evolución en el mercado laboral. En diciembre de 2012, la autoridad monetaria había fijado el umbral del 6,5% de paro para fundar sus decisiones sobre subidas de los tipos de interés. Si se cumplen las actuales previsiones del FMI y otros de una disminución del paro laboral por debajo de este umbral cuantitativo la Fed sí que podría subir los tipos oficiales de interés este año. A la Fed nunca le ha importado demasiado lo que hagan otros bancos centrales.
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P. ¿Qué impacto puede tener esa subida de tipos por parte de la Fed, no sólo para Estados Unidos, sino también para el resto del mundo?
R. Los tipos de interés actualmente son a todas luces demasiado bajos, desde el corto al largo plazo. Pierden su función de asignar eficientemente los ahorros y capitales en la economía. Las distorsiones que se producen en la economía real no fomentan el crecimiento, lo obstaculizan. Por eso creo que es bueno iniciar la normalización de tipos. Los estadounidenses se evitarán nuevas burbujas especulativas en las bolsas y los mercados inmobiliarios. En Europa, el BCE actúa en dirección contraria, lo cual no deja de ser muy arriesgado.
P. Miramos ya la actualidad 'local' y, en concreto, la actualidad política de nuestro país. ¿Cuál cree que sería el resultado electoral que menos penalizaría al país en términos económicos? ¿Y el peor?
R. El resultado favorable para afianzar la recuperación económica sería el que da el poder a políticos que entienden lo esencial que son unas finanzas públicas sólidas y el buen funcionamiento de los mercados, incluida la unidad del mercado interior. Esto lo espero del Partido Popular, de Ciudadanos y de UPyD. Un resultado desfavorable sería la formación de un Gobierno de izquierdas: el PSOE antepone políticas redistribuidoras a planteamientos de eficiencia; Podemos desharía las reformas estructurales de los últimos años, ampliaría fuertemente el intervencionismo del Estado en la economía, restringiría las libertades para la iniciativa privada y arremetería contra el derecho de la propiedad privada; e Izquierda Unida ideológicamente está reñida con el sistema de economía social de mercado, sueña con una sociedad igualitaria y es proclive a un vulgar populismo de izquierdas que de nada sirve para elevar el potencial de crecimiento y la creación de empleo productivo.
El resultado favorable para afianzar la recuperación económica en España sería el que incluyera a PP, Ciudadanos o UPyD
P. Usted vertió unas polémicas declaraciones sobre Pablo Iglesias en su momento. ¿Tiene la impresión de que su fama está de 'capa caída'?
R. Pablo Iglesias y sus principales correligionarios últimamente tratan de ocultar su radicalismo ideológico y se hacen los simpáticos ante la opinión pública, pues se han dado cuenta que su formación ya no es la única alternativa para votantes que estén descontentos con el PP o el PSOE. Ciudadanos les está pisando el terreno. Pero no nos llevemos a engaño: Podemos sigue siendo un partido anti-sistema de la extrema izquierda (marxista) y partidario de la “revolución bolivariana” en Venezuela, Bolivia y Ecuador que sus dirigentes ponen como ejemplo para la futura España e incluso Europa. No les molesta lo más mínimo que concretamente en Venezuela, que gracias a sus enormes recursos naturales (petróleo, agricultura) debería de exhibir una envidiable bonanza, la población esté empobreciendo a pasos gigantes. Si Podemos llegara a formar parte del Gobierno Central, habría que temer por la estabilidad institucional y la credibilidad política del país. Es muy probable que la inversión empresarial se contraiga y las inversiones directas extranjeras retrocedan. Las recientes previsiones de crecimiento del Banco de España (2,8% en 2015 y 2,7% en 2016) se desinflarían (al igual que las del FMI, que son algo más bajas). Y terminaría el proceso de creación de empleo y disminución del paro.
P. El último sondeo del CIS, además de mostrar el triunfo del PP y la recuperación del PSOE, refleja una severa corrección de Podemos. Por su parte, Ciudadanos sube de manera importante. ¿Le gusta el programa económico de este partido? ¿Qué opinión le merece Albert Rivera?
R. Albert Rivera me merece mucha estima, ya desde sus primeras andaduras como político catalán que se enfrentaba con buenos argumentos al nacionlismo separatista y promulgaba las virtudes que para todos los españoles tenía y tiene la unidad territorial de España. Ideológicamente le sitúo en la socialdemocracia moderada y moderna con bastantes atributos del liberalismo económico. Su postura con respecto a dos males endémicos en España como son la corrupción y el fraude fiscal es ejemplar. El programa económico de Ciudadanos está muy influído por las ideas del profesor Luis Garicano, de la London School of Economics. Como le conozco personalmente y sé que es un brillante economista, el programa tiene que ser atractivo.
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