La apertura por parte de la Comisión Europea de un procedimiento sancionador contra Italia por incumplir la regla de deuda del Pacto de Estabilidad y Desarrollo "no parece comprensible" para el Gobierno del país transalpino, que califica de "cuestionable" la evaluación realizada por Bruselas.
En una carta remitida al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, defiende que "en vista de la gravedad de las consecuencias económicas y políticas" se debe prestar mayor atención a las estimaciones de la brecha del producto presentadas por Italia en su informe sobre los factores relevantes, que están muy lejos de los manejados por Bruselas, aunque son similares a los de instituciones, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OCDE.
En este sentido, Conte sostiene que Italia ha mantenido un saldo primario en gran parte con superávit durante más de veinte años consecutivos, con la excepción de 2009, superior al promedio de la zona euro, lo que significa que, después del gasto en intereses, Italia se encuentra "entre los países más virtuosos de la UE" y aún gasta menos de lo que se deriva de los ingresos.
"Perseverar en las recetas económicas que han frustrado este enorme esfuerzo fiscal es contraproducente para todos", afirma el primer ministro italiano, añadiendo que "no parece comprensible exponer a Italia, pocos meses después de la conclusión de una negociación muy exigente, al riesgo de un nuevo procedimiento de infracción por incumplimiento de la regla de la deuda".
Asimismo, Conte apunta que su país, en interés de sus ciudadanos y otros ciudadanos europeos, adoptará una política presupuestaria cuidadosa y coherente, aunque reitera la urgencia de contar con un sistema de normas más adecuado para garantizar la paz social y el crecimiento sostenible a los europeos.
En este sentido, el político italiano expresa su apoyo a fijar una posición fiscal orientada a estimular la demanda interna y reducir los desequilibrios macroeconómicos, así como a estructurar un presupuesto de la zona euro más ambicioso en términos de recursos y objetivos, incluida la estabilización cíclica, el crecimiento a largo plazo y la convergencia entre países.
PIDE UN SISTEMA EFICAZ DE EUROBONOS
Además, Conte considera urgente "introducir un sistema eficaz de eurobonos", ya que una unión monetaria sin un instrumento de mutualización no es sostenible a largo plazo, y propone comenzar con un esquema de transición que no contemple la transferencia de recursos entre los países miembros, así como introducir reglas más eficientes para la gestión de crisis bancarias.
"Italia está lista para jugar su parte, para construir una Europa más cercana a sus ciudadanos, más fuerte, más solidaria, más justa", afirma Conte, quien subraya que el país transalpino "no puede ser acusado de querer comprometer el proyecto europeo. Más bien lo contrario: tiene la intención de alimentar este proyecto con sangre nueva".
El pasado 5 de junio, la Comisión Europea activó el procedimiento para sancionar a Italia por no haber adoptado medidas suficientes para reducir su deuda pública, que supera el 130% del PIB y seguirá creciendo en los próximos años, en un paso que abre la puerta a una multa equivalente al 0,2% de su PIB, unos 3.500 millones de euros.
Es la segunda vez en los últimos meses que las autoridades comunitarias denuncian la incapacidad del Gobierno italiano para reducir el endeudamiento del Estado. En la anterior ocasión, a finales de 2018, Bruselas canceló el procedimiento después de que Roma cediese y enmendase su presupuesto para este año para adecuarlo a las reglas fiscales europeas.
Ahora, la Comisión Europea pide reabrir el expediente al entender que Italia ha relajado sus esfuerzos presupuestarios. La deuda pública cerró el año pasado en el 132,2% del PIB y crecerá hasta el 133,7% este año y al 135,2% en 2020 en un contexto de crecimiento económico débil, según las últimas previsiones de la institución comunitaria.