También se capitalizará con los impuestos extraordinarios de las multinacionales
Irlanda estudia la posibilidad de crear un fondo soberano de riqueza de hasta 90.000 millones con el objetivo de proteger la economía del país de "serios desafíos fiscales en el horizonte". Así lo ha manifestado el ministro de Finanzas, Michael McGrath, que ha presentado un "documento de alcance" donde se analizan los beneficios de establecer un nuevo "vehículo de ahorro público a largo plazo".
Este fondo se capitalizará con los impuestos extraordinarios de las multinacionales y el superávit del país, que se estima sea de 65.000 millones de euros entre este año y 2025.
"En términos generales, es justo decir que nuestras finanzas públicas se encuentran actualmente en un punto óptimo. El año pasado se registró un gran superávit presupuestario y, suponiendo que la economía no sufra un gran impacto, mi departamento proyecta una expansión de este superávit en los próximos años", ha afirmado McGrath.
El Estado será el encargado de decidir la cantidad de dinero que se destinará al fondo, aunque el ministerio de finanzas ha adelantado que recibirá un mínimo de 34.000 millones de euros para 2030. En el caso de que Irlanda obtenga un fuerte rendimiento del dinero y lo reinvierta hasta 2035, el valor total del fondo podría alcanzar los 142.000 millones.
No obstante, el ministro ha alertado de una acumulación de "vulnerabilidades fiscales", por lo que este fondo iría destinado a hacer frente a las presiones de costes a largo plazo, como las pensiones y el gasto en infraestructura.
"Está configurado para actuar como una forma de fondo para días lluviosos que proporcionará un amortiguador físico en caso de una desaceleración económica significativa. Por lo tanto, impulsaría la capacidad de absorción de impactos de la economía", ha dicho.
El documento presentado el ministerio de Finanzas está basado en planes similares que ya existen en Noruega, Japón y Australia, y será administrado por la Agencia Nacional de Administración del Tesoro.
El gobierno de Irlanda ha advertido en reiteradas ocasiones que no puede depender de los ingresos procedentes de los impuestos corporativos que, aunque son elevados, están expuestos a una gran volatilidad, especialmente si las compañías, en su mayoría tecnológicas estadounidenses, tienen que hacer frente a una recesión.
Además, la economía irlandesa acumula costes significativos asociados a una población que envejece, lo que deriva en un mayor gasto en atención médica, pensiones y cuidados a largo plazo, grandes desafíos para las cuentas del país.
La cartera dirigida por McGrath pronostica un superávit general para este año de 10.000 millones de euros, que aumentará a 16.200 millones de euros el próximo año, en comparación con los 8.000 millones de euros en 2022. Del mismo modo, se espera que el impuesto de sociedades aumente 24.300 millones de euros este año, un 7% más.