La inflación sigue mucho más fuerte de lo esperado
La inflación de Reino Unido ha dejado este miércoles un sabor agridulce. La tasa interanual se ha moderado en el mes de abril hasta el 8,7%, frente al 10,1% registrado en marzo, pero lo cierto es que la subyacente sigue disparada y ha escalado hasta máximos de 1992, según ha informado la Oficina Nacional de Estadística británica (ONS, por sus siglas en inglés).
No obstante, la desaceleración que ha marcado la inflación en el cuarto mes del año ha sido menor de lo esperado por el consenso de analistas, que anticipaba una tasa del 8,2%. El IPC subyacente (que excluye la volatilidad de los alimentos, la energía, el alcohol y el tabaco) ha aumentado al 6,8%, frente al 6,2% de marzo, superando también las expectativas de un 6,2%. Se sitúa así en su nivel más elevado desde marzo de 1992.
Y en términos mensuales, los precios registraron en el cuarto mes del año un incremento del 1,2%, frente al alza del 2,5% en marzo. También en este caso han dado una sorpresa negativa, y es que el consenso auguraba un 0,8%.
La ONS ha destacado en la nota que ha remitido con los datos que los precios de la electricidad y el gas han contribuido en 1,42 puntos porcentuales a la caída de la inflación anual en abril. Ha recordado que el año pasado por estas fechas los precios mundiales de la energía se habían disparado tras la invasión rusa de Ucrania, unas subidas que ya se han incorporado a las cifras, por lo que la cifra de inflación general está bajando.
Aunque la inflación de los precios de los alimentos se mantiene cerca de su nivel más alto en 45 años. Así, aunque el descenso general de la inflación es una buena noticia, esto genera intranquilidad, y es que los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas han aumentado un 19%, frente al 19,1% de marzo. Y esto es especialmente importante, porque afecta sobre todo a los hogares más pobres, que gastan una mayor proporción de sus ingresos en artículos de primera necesidad.
De hecho, el ministro de Finanzas británico, Jeremy Hunt, ha hablado sobre ello, y ha dicho que aunque "es positivo" que la inflación esté ahora "en un solo dígito, los precios de los alimentos siguen subiendo demasiado rápido". Así que "además de ayudar a las familias con unas 3.000 libras de apoyo al coste de la vida este año y el anterior, debemos ceñirnos con determinación al plan para bajar la inflación", ha remarcado.
Cabe recordar que en su última reunión, el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) decidió elevar en 25 puntos básicos el tipo de interés de referencia para sus operaciones, hasta el 4,5%, su nivel más alto desde el otoño de 2008, sumando así su duodécima subida consecutiva del precio del dinero. En su análisis, el Banco de Inglaterra indicó que esperaba que la tasa de inflación cayese "bruscamente a partir de abril", en parte como consecuencia del efecto base por los fuertes incrementos registrados hace un año.
¿MÁS SUBIDAS DEL BoE?
Los expertos no han tardado en comentar estos datos, y todos han puesto el acento en lo que cabe esperar a partir de ahora con el Banco de Inglaterra. Por ejemplo, desde Capital Economics creen que ahora es muy difícil imaginar que el BoE no suba los tipos de interés del 4,50% al 4,75% en junio, sobre todo ante el "preocupante" repunte de la inflación subyacente, comenta Paul Dales, economista jefe del Reino Unido en la firma.
Por su parte, Victoria Scholar, jefa de inversiones en Interactive Investor, apunta que la tasa de inflación "allana el camino para un mayor endurecimiento monetario por parte del Banco de Inglaterra, ya que el IPC sigue muy por encima del objetivo del 2% fijado por el banco central".
Y Craig Erlam, analista sénior de mercado, Reino Unido y EMEA en Oanda, cree que los datos de este miércoles revelan que "hay mucho más de lo que preocuparse en el informe que de la alegría", sobre todo por lo ocurrido con la inflación subyacente. "Eso es un revés serio", y ahora al BoE "le resultará muy difícil justificar mantener las tasas en junio y es posible que no tenga otra opción que ir más lejos" con los tipos de interés.
Michael Hewson, analista jefe de mercado en CMC Markets, ha definido la inflación subyacente como un "dolor de cabeza no deseado" para el Banco de Inglaterra, y cree que estos datos "han aumentado la posibilidad de que el banco central tenga que volver a subir los tipos en la reunión de junio desde el actual 4,5 %".
Por su parte, los estrategas de Pantheon Macroeconomics apuntan que la caída de la tasa general en abril es "demasiado pequeña" como para que el BoE deje de subir tipos en junio. "Un aumento adicional en la tasa bancaria al 4,75% en la próxima reunión del 22 de junio, desde 4,50% actual, está ahora firmemente sobre la mesa"