Debido, principalmente, a la energía y por efectos estacionales y de calendario
La inflación en Alemania subió así notablemente en comparación con abril del año pasado y se situó en el 2%, principalmente por la energía y por efectos estacionales y de calendario, después de registrar en marzo un aumento del 1,3 %, según informó este martes la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Respecto al mes anterior, el Índice de Precios al Consumo (IPC) subió un 1%, con lo que se confirman los datos provisionales difundidos el pasado día 30.
Los precios de la energía se encarecieron en abril un 4,6% interanual y tuvieron así un efecto acelerador sobre la tasa general de inflación. Notablemente más caros que hace un año resultaron también la calefacción central y urbana, un 5,3%; el gas, un 3,2%, y la electricidad, un 3%.
Sin tener en cuenta el impacto de la energía, la inflación se habría situado en abril en el 1,7%
Sin tener en cuenta el impacto de la energía, la tasa de inflación se habría situado en abril en el 1,7%.
La inflación también se vio determinada sobre todo por el aumento de los precios en un 11,2% de los paquetes de viajes, que se explica en primer lugar por los efectos de calendario, ya que este año Semana Santa cayó comparativamente mucho más tarde que en 2018. También los precios de los billetes de autobús para viajes de larga distancia, los de avión y los de tren resultaron notablemente más caros que hace un año, un 13,6%, un 6,1% y un 3,4%, respectivamente.
Los alimentos se encarecieron un 0,8% interanual y por lo tanto por debajo de la media. Considerablemente más cara que hace un año resultó en abril la verdura -un 9,7%- y también subió el precio del pescado, sus derivados y el marisco -un 2,6%-, y del pan y los cereales -un 2,3%-. Por contra, la fruta se abarató notablemente -un 8,4%-, y también bajaron las grasas y aceites -un 1,9%-, los productos lácteos y los huevos -un 1,3%, así como el azúcar, la mermelada, la miel y otros dulces -un 1%-.
Subieron también los periódicos y revistas (4,8 %) y el tabaco (3,6 %), mientras que otros bienes, como la electrónica de consumo y los teléfonos, se abarataron considerablemente, un 6,8 % y un 6,7 %, respectivamente.
En el sector servicios los precios aumentaron un 2,1% interanual, por encima de la media, principalmente debido al incremento de las tarifas relacionadas con los viajes.