Su repunte animará al organismo a continuar con su ciclo de ajuste más allá de la reunión de julio
El repunte de la inflación subyacente en la zona euro en junio animará al Banco Central Europeo (BCE) a continuar con su ciclo de ajuste y lo respalda para que siga subiendo los tipos de interés más allá de julio. "La batalla sobre si subir o no en septiembre aún está por decidir, aunque los datos sugieren que una última subida entonces es cada vez más probable".
Así lo expresan en Bank of America, donde creen que, "hay, hasta ahora, poco apetito por cambios rápidos en la política del balance del banco central".
Mientras, en Danske Bank lo tienen claro: "Seguimos pensando que el BCE subirá tanto en julio como en septiembre". También en Capital Economics: "La fortaleza de la inflación subyacente de la eurozona significa que el BCE continuará subiendo los tipos de interés"; "dado que es probable que persistan las presiones subyacentes sobre los precios, creemos que también hay muchas posibilidades de que se produzca otra subida en la siguiente reunión de septiembre".
Y es que, mientras que la inflación en la eurozona sigue perdiendo fuelle, con la energía más barata que hace un año y los precios de los alimentos debilitándose, el "aguafiestas" es la inflación subyacente. "Sólo si el efecto del endurecimiento monetario se traduce de forma convincente en una disminución generalizada de las presiones sobre los precios en septiembre, es probable que ésta sea la última subida de tipos", dicen en KfW.
En junio, según los datos de Eurostat, la inflación de la eurozona se relajó al 5,5%, marcando mínimos de hace más de un año, pero la subyacente repuntó al 5,4%. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ya avisó unos días antes de conocerse el dato al asegurar que es "poco probable que en un futuro cercano el banco central pueda afirmar con plena confianza que se han alcanzado los tipos máximos".
"Mantenemos nuestra opinión de que el BCE aumentará su tasa de referencia oficial en 25 puntos básicos en septiembre. Creemos que esta será la última subida de este ciclo, pero los riesgos se inclinan hacia nuevas subidas en el cuarto trimestre", expresan en Pantheon Macroeconomics. "Si bien el repunte de la inflación subyacente no significa que el proceso desinflacionario se haya detenido, animará al BCE a continuar con su ciclo de ajuste en las próximas reuniones". La subida de tipos del BCE en 25 puntos básicos en julio "parece un trato hecho, y es probable que se produzca otra subida en septiembre", añaden en Oxford Economics.
De esta manera, los analistas coinciden en señalar a la inflación subyacente como el mayor problema para el organismo europeo. "Esta impresión respalda nuestro aviso para que el BCE suba 25 puntos básicos finales en su reunión de septiembre. Sin embargo, si el impulso de la inflación subyacente no continúa con una tendencia a la baja, el BCE bien podría verse obligado a subir más", apuntan en Nomura. Creen que el banco central "será reacio a declarar la victoria prematuramente, y el discurso del BCE debería seguir enfatizando que es inquebrantable en su compromiso de abordar la inflación".
"Si bien la mejora del entorno inflacionario será alentador para el BCE, el mensaje ha sido bastante claro: hay más trabajo por hacer", destacan en ING, donde también esperan subidas de tipos en julio y en septiembre: "El BCE cree que es más costoso hacer muy poco en términos de aumentos que hacer demasiado".
En sus últimas previsiones, el organismo empeoró las expectativas de inflación. Ahora, espera que se sitúe, en promedio, en el 5,1% en 2023, y que descienda hasta el 3% en 2024 y el 2,3% en 2025.