Supone un descenso de seis décimas, mientras que la tasa subyacente disminuye dos décimas, al 3,4%
La inflación se modera hasta el 2,8% en febrero, lo que supone un descenso de seis décimas y la tasa más baja desde agosto de 2023, mientras que la tasa subyacente disminuye dos décimas, hasta el 3,4%, su nivel más bajo desde marzo de 2022, según los datos adelantados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Como explican, esta moderación del Índice de Precios de Consumo (IPC) se debe, principalmente, a la bajada de los precios de la electricidad, frente a la subida de febrero de 2023, y a la estabilidad de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que aumentaron el mismo mes del año anterior.
Por el contrario, el precio de los carburantes aumenta, mientras que bajaron en febrero de 2023.
La bajada de la inflación "está permitiendo que los hogares recuperen poder adquisitivo y que las empresas recuperen competitividad. Hacemos, por lo tanto, compatible la moderación de los precios con el mantenimiento del escudo social y el apoyo a los hogares y las familias más necesitadas", ha señalado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
En tasa mensual, la inflación se sitúa en febrero en el 0,3% respecto a enero. En febrero del año pasado, la tasa mensual fue del 0,9%.
Por otro lado, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) se sitúa en su tasa interanual en el 2,9%, seis décimas por debajo que la registrada el mes anterior, mientras que la variación mensual es del 0,4%.
"La nueva caída de la inflación básica española en febrero es una buena noticia para el Banco Central Europeo (BCE), ya que muestra que las presiones subyacentes sobre los precios continuaron atenuándose", señalan los analistas de ING, que esperan que la inflación siga rondando el 3% este año.
"Aunque las expectativas de precios de venta en el sector industrial han caído en los últimos meses, más empresas de servicios españolas planean volver a subir los precios. Las expectativas sobre los precios de venta vuelven a aumentar desde hace varios meses y en febrero alcanzaron su nivel más alto en un año. La persistencia de una alta inflación de servicios plantea un riesgo al alza para nuestro pronóstico de inflación. Además de eso, la retirada de las medidas gubernamentales para moderar los elevados precios de la energía también puede ejercer una presión alcista sobre la inflación", explican.
De esta manera, consideran que ambos factores impedirán que la inflación regrese al objetivo del 2% del BCE este año. "Se espera que la inflación promedio alcance el 3% este año y el 2,3% en 2025".
Para los expertos de Ibercaja, "el efecto base sigue ejerciendo un papel importante y, sin él, se hubiera producido una aceleración tanto del IPC como de la tasa subyacente en febrero, ya que ambas referencias presentaron un crecimiento mensual superior a los promedios históricos".
Prevén que "el efecto base jugará ligeramente en contra en los próximos tres meses, de forma que, si no remite la inflación en los sectores donde se está mostrando más resistente (los alimentos y parte del sector servicios incluyendo la restauración), el IPC podría volver a acelerarse".
"Aunque las tendencias actuales apuntan a una disminución de la inflación general, una inflación subyacente más pegajosa puede hacer que sea más difícil de lo esperado reducir el IPC en los próximos meses. Los factores que pueden contribuir a esta situación incluyen posibles aumentos en los costes de producción, las expectativas de inflación a largo plazo y la dinámica global de la oferta y la demanda, particularmente de materias primas y bienes de consumo esenciales", apuntan en eToro.