La caída fue propiciada, principalmente, por el descenso del 11,5% en el coste de la energía
La inflación de la zona euro cae en noviembre hasta el 2,4%, frente al 2,9% de octubre, lo que supone su nivel más bajo desde julio de 2021, según los datos preliminares de Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea (UE).
De esta manera, la evolución de los precios se va acercando al objetivo del Banco Central Europeo (BCE), cuyo deseo es que la inflación se sitúe en el 2%.
Por componentes, los alimentos, el alcohol y el tabaco registran la tasa anual más alta en noviembre (6,9%, frente al 7,4% en octubre), por delante de los servicios (4%, frente al 4,6% en octubre), los bienes industriales no energéticos (2,9%, frente al 3,5% de octubre) y la energía (-11,5%, frente al -11,2% de octubre).
Por países, las mayores subidas del Índice de Precios de Consumo (IPC) tuvo lugar en Eslovaquia (6,9%), Croacia (5,5%) y Austria (4,9%). Por el contrario, las menores tasas corresponden a Italia (0,7%) y Finlandia (0,8%), mientras que Bélgica registró una lectura del -0,7%.
La tasa de inflación subyacente, es decir, excluyendo del cálculo el impacto de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, se relaja en noviembre al 3,6% desde el 4,2% del mes anterior.
"Esperábamos que la inflación cayera significativamente en los últimos meses del año, pero el proceso de desinflación está ocurriendo incluso más rápido de lo que esperábamos, particularmente en el caso de la inflación subyacente, donde las expectativas eran que las presiones sobre los precios siguieran siendo más persistentes", señalan los analistas de ING.
Consideran que, para el BCE, están aumentando las señales de una victoria inminente en materia de inflación. "Al banco central le preocupan factores como el crecimiento de los salarios y posibles picos en el mercado energético que podrían hacer que la inflación vuelva a subir. Pero la política monetaria actual es suficientemente restrictiva". Por lo tanto, creen que "el mercado hace bien en empezar a considerar recortes de tipos para 2024. Creemos que el primero podría producirse antes del verano".
Para Pantheon Macroeconomics, los datos apuntan a una desinflación acelerada. "La desaceleración es particularmente impresionante en los bienes no energéticos. A este ritmo, la inflación no energética caerá hasta alrededor del 1% en febrero, donde se mantendrá hasta septiembre". Por su parte, en los servicios, "la caída de noviembre también parece impresionante". "Seguimos pensando que la inflación de los servicios está cayendo ahora suavemente hacia el 2%, pero lo hace lentamente. Muchos de los componentes clave todavía parecen pegajosos", señalan.
Mientras, en DWS comentan que, "incluso si esperamos un salto por encima de la marca del 3% en diciembre debido a los efectos de base, las cifras de hoy probablemente habrán sido recibidas con alivio por el BCE". Creen que "es demasiado pronto para declarar la victoria sobre la inflación. Los aumentos salariales siguen siendo demasiado fuertes. No obstante, las tasas de inflación podrían volver al objetivo del 2% del BCE en 2024, al menos temporalmente".
"Esperamos que el BCE reconozca más claramente que ha alcanzado el tipo terminal cuando publique sus previsiones actualizadas de diciembre, manteniendo al mismo tiempo una retórica cautelosa sobre el inicio del ciclo de flexibilización", dicen en Oxford Economics. "Dado que las cifras de inflación y los futuros de los precios de la energía hasta el momento están claramente por debajo de las expectativas del BCE, esperamos que el BCE ajuste sus previsiones en consecuencia en la próxima reunión de diciembre", añaden.