Nomura fija que la recesión en la región abarcará desde el cuarto trimestre de 2022 hasta final de 2023
La inflación de la zona euro oscilará alrededor del 8,4% durante este año, antes de descender gradualmente a partir de enero del próximo, cerrando el ejercicio en la zona del 5,9%, con lo que no caerá finalmente por debajo del objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE) hasta la primavera de 2024. Son las previsiones de Nomura, que fija un periodo de recesión para la eurozona hasta finales de 2023.
A pesar de las expectativas de alivio de las presiones sobre los precios mundiales, la inflación de la zona euro debería mantenerse muy por encima del objetivo durante algún tiempo. "Los riesgos son que la inflación general alcance su punto máximo y que la inflación subyacente persista aún más", señalan en su último 'Global Nomura Markets Research'. Pronostican que la inflación subyacente alcanzará un máximo del 4,9% en promedio en el cuarto trimestre de 2022, pero esperan que persista por más tiempo, disminuyendo a solo el 2,1% para finales de 2024.
En cuanto al movimiento del BCE, desde la entidad prevén un aumento de 75 puntos básicos en los tipos de interés tanto en octubre como en diciembre, seguido de una subida de 25 puntos básicos en febrero de 2023, lo que resultará en un máximo de 2,5% para la tasa de depósito. De cara a 2024, siguen sin esperar cambios.
"La desaceleración de 75 a 25 puntos básicos se justifica, en nuestra opinión, ya que el BCE se vuelve más cauteloso, pasando de un territorio neutral a uno contractivo, y porque es probable que se amplifiquen los riesgos de incumplimiento crediticio". De esta manera, ya no esperan que el organismo europeo flexibilice la política a finales de 2023 tras un discurso cada vez más agresivo. "Los riesgos para nuestra previsión de política monetaria son que el BCE sigan con las subidas más allá de febrero de 2023", apuntan.
Pero destacan más riesgos. Uno de ellos es que la incertidumbre continúa siendo alta en Italia, "ya que no está claro si el gobierno entrante de Giorgia Meloni se comportará y cuánto tiempo podrá mantener su postura moderada actual". A esto se suma que, con el BCE normalizando agresivamente los tipos de interés, "los préstamos morosos y los posibles riesgos de incumplimiento crediticio se convierten en el centro del escenario, probablemente exacerbados por los precios de la energía muy elevados y la destrucción de la demanda autoimpuesta".
Además, se une que la Comisión Europea sigue discutiendo medidas para controlar los precios de la energía y suavizar el golpe a los hogares que, de concretarse, "pueden brindar cierto respiro y atenuar los efectos adversos sobre el crecimiento y la inflación derivados de la crisis energética", opinan en Nomura.
A medida que la confianza alcanza los mínimos del año hasta la fecha, los analistas vaticinan ahora una recesión más profunda para la eurozona, pese a que, de momento, para el tercer trimestre de 2022, los datos de actividad continúan demostrando ser resistentes. "Ya no esperamos que el BCE flexibilice la política a pesar de que la inflación se mantiene más rígida durante más tiempo", dicen.
Como detallan, el pronóstico actual es que la recesión sea "más pronunciada en los trimestres con mayor probabilidad de verse afectados por la actual crisis energética". Previamente, habían previsto un pico a un mínimo del -1,5%, mientras que ahora esperan un -2,5%.
"El sentimiento ha tenido una tendencia a la baja durante algunos meses, en todos los países de la zona euro y en todos los sectores, y actualmente se encuentra en mínimos del año. Seguimos esperando que la eurozona euro entre en recesión en el cuarto trimestre de 2022 y que dure hasta finales de 2023", concluyen.