Natixis espera que la subyacente siga muy por encima del objetivo del BCE en el segundo semestre
La inflación general en España ya se encuentra por debajo del objetivo del Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, "varios factores siguen indicando que la lucha aún no ha terminado", señalan en Natixis IM Solutions, donde esperan que la inflación subyacente española se mantenga muy por encima del objetivo del BCE en el segundo semestre del año y podría incluso retroalimentar la inflación general.
En junio, el Índice de Precios de Consumo (IPC) se situó en su nivel más bajo desde marzo de 2021 al recortar hasta el 1,9%, frente al 3,2% del mes anterior. La inflación subyacente, por su parte, también se modera, hasta el 5,9%. España se convierte así en la primera gran economía europea en situar la inflación por debajo del 2%.
Con estos datos, Mabrouk Chetouane y Nicolas Malagardis, estrategas globales de mercados de Natixis IM Solutions, comentan que "mientras que el descenso del IPCA de junio siguió explicándose principalmente por los componentes volátiles, como la energía y los alimentos frescos, la inflación subyacente, que excluye estos componentes volátiles, se ajustó sólo modestamente, reflejando su naturaleza volátil".
Así pues, se plantean dos preguntas: ¿persistirá la rigidez de los precios subyacentes en el segundo semestre del año? ¿Y podría provocar un retorno de la inflación general?.
"Los fuertes efectos de base a la baja que provocaron el descenso de la inflación general deberían desaparecer ya este verano. Mientras tanto, los principales factores que contribuyen a las presiones subyacentes sobre los precios siguen activos y deberían seguir estándolo en la segunda mitad del año. Por ejemplo, el sector servicios sigue resistiendo, como consecuencia directa de la resistencia de la demanda mundial, que a su vez sigue impulsando una importante demanda de mano de obra", responde.
Además, añaden que, aunque la encuesta de la Comisión Europea sobre los factores que limitan la producción en el sector servicios sigue señalando un desajuste significativo entre la oferta y la demanda de mano de obra, "el crecimiento salarial debería mantenerse mecánicamente por encima de su nivel anterior a la crisis y seguir alimentando la inflación subyacente a través de efectos de segunda ronda".