La firma berlinesa también ha revisado sus previsiones de crecimiento hasta el 4-4,5%
Los precios en España no eran tan altos desde mayo de 1985. La guerra de Ucrania se está dejando ver en nuestro país a través de los precios y en marzo el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 3% respecto al mes anterior. Según Scope Ratings, esto está lejos de ser algo pasajero y España terminará el año entre el 5% y el 8%.
“Para el conjunto del 2022 cabe esperar que la tasa de inflación supere el 5%, incluso en un escenario de convergencia gradual hacia el objetivo de inflación del BCE del 2% a finales de año. En cambio, en un escenario de continuación de las presiones en línea con los tres primeros meses del año, la tasa de inflación anual se situaría en promedio en el 8%”, han apuntado desde la firma berlinesa.
Asimismo, han revisado sus previsiones de crecimiento económico para la economía española, para la que esperan un repunte del 4-4,5% en 2022, seguido de un 2-3% en 2023.
Los expertos de Scope han indicado que las medidas anunciadas por el Gobierno si bien buscan “mitigar los efectos perniciosos que los precios de la energía puedan tener en la recuperación económica”, las medidas anunciadas por el Ejecutivo de coalición “tienen un coste presupuestario y, por tanto, es probable que también afecten al programa de financiación de España para 2022”.
“No obstante, también esperamos que se apliquen medidas a nivel europeo para hacer frente a los costes adicionales de la crisis en términos de precios de la energía, pero también relacionados con la crisis de los refugiados. En general, esperamos que la consolidación fiscal tras el impacto provocado por la pandemia se retrase un poco por el conflicto”, han añadido, “aunque el efecto sobre la ratio deuda/PIB dependerá de cómo la elevada inflación se traduce en un menor crecimiento del PIB real y en mayores costes de financiación”.
Por último, la firma berlinesa ha precisado que las subidas de tipos por parte del BCE “no podrían abordar directamente los efectos inflacionistas relacionados con las subidas de los precios de la energía”. “Por lo tanto, esperamos que el BCE actúe con flexibilidad, en línea con sus mensajes recientes, dando pasos hacia la normalización de la política monetaria a través de una reducción gradual de las compras de activos, adaptándose al mismo tiempo a la evolución de las circunstancias económicas”, han sentenciado.