La tasa de inflación subyacente se mantiene en el 2,9%
La inflación de Alemania subió una décima en julio, hasta el 2,3%, según ha confirmado Destatis, la Oficina de Estadística Federal, que ha achacado este repunte al encarecimiento de los servicios.
"Los descensos de los precios de la energía frenan la inflación", pero, "por el contrario, seguimos observando aumentos de precios de los servicios superiores a la media", ha señalado la presidenta del organismo, Ruth Brand.
En concreto, los precios de los servicios fueron un 3,9% más altos que en el mismo mes del año anterior y, por lo tanto, "significativamente más altos que la inflación general".
Aumentaron principalmente en los seguros (13,9%), en los servicios de instituciones sociales (8,1%) y en los servicios de restauración (6,7%). También se encarecieron notablemente el mantenimiento y reparación de vehículos (5,9%), el suministro de agua y otros servicios residenciales (4,7%) y los servicios deportivos, de ocio y recreativos (4,6%).
Mientras, los productos energéticos bajaron un 1,7%. En particular, los precios de la energía doméstica cayeron un 3,6% y los del combustible bajaron un 0,4%. También los de la electricidad (-6,2%) y el gas natural (-3,3%). Sin embargo, algunos productos energéticos fueron más caros que el año anterior, como la calefacción urbana (31%) y el gasóleo ligero (7,7%).
Además, los precios de los alimentos aumentaron un 1,3%. Las grasas y aceites comestibles (14,3%), así como el azúcar, las mermeladas, la miel y otros productos de confitería (6,1%) siguieron siendo notablemente más caros. Los consumidores también tuvieron que pagar más por otros grupos de alimentos como las verduras (1,7%) o el pan y los productos de cereales (0,9%). Los productos lácteos se abarataron un 1,1%.
Por su parte, excluyendo los alimentos y la energía, la inflación subyacente se mantuvo en julio en el 2,9% en el séptimo mes del año.