Las encuestas esperan que el Partido Laborista gane por una amplia ventaja
Una de las noticias inesperadas de los últimos días ha sido el adelanto electoral en Reino Unido al próximo 4 de julio, con los laboristas liderados por Keir Starmer claramente por delante de los conservadores de Rishi Sunak en las encuestas. Salvo sorpresa mayúscula, ganarán y terminarán con 14 años de gobierno conservador, y así creen los expertos que este previsible triunfo va a afectar a bolsas, Banco de Inglaterra (BoE), relaciones con la Unión Europea, política fiscal...
1. En primer lugar, los analistas remarcan que un triunfo laborista está ampliamente descontado, por lo que un posible factor sorpresa que pudiera mover más bruscamente al Ftse 100 o al Ftse 250 (de empresas de mediana capitalización) está descartado.
Visto esto, queda echar mano de estadísticas sobre comportamientos pasados de los índices en función del resultado de las elecciones. Históricamente, la renta variable británica ha tenido un comportamiento relativamente plano seis meses después de las elecciones, pero ha subido aproximadamente un 6% tras las victorias laboristas.
"El Ftse 250, orientado al mercado doméstico, ha tendido a superar al más internacional Ftse 100 cuando gana el Partido Laborista", explican los expertos de Citi.
Añade Citi que la dirección de la libra y los bonos del Gobierno británico (Gilts) será clave. "Una libra más fuerte tiende a favorecer al Ftse 250 sobre el Ftse 100".
Con todo, gane quien gane, Citi prefiere Europa continental frente a Reino Unido en su asignación de acciones globales. "Vemos un balance favorable de riesgos para las empresas europeas pequeñas/medianas, mientras que la persistente debilidad económica de Reino Unido podría ser un viento en contra", indica.
2. El Banco de Inglaterra seguirá su camino. Los expertos no esperan que ninguno de los Gobiernos que salga de las elecciones interfiera en el objetivo de inflación ni en la independencia del Banco de Inglaterra.
"En cuanto a la política monetaria, la bajada de tipos de junio ha quedado prácticamente descartada por el informe de inflación (de Reino Unido) que se ha conocido esta semana. Ahora esperamos que el primer recorte se produzca en agosto, lo que no dependerá de la política sino del comportamiento de los datos de inflación y crecimiento salarial en los próximos meses", afirma Luke Bartholomew, economista jefe de abrdn.
Nomura indica que el Banco de Inglaterra parece reacio a reaccionar a factores políticos al tomar sus decisiones sobre los tipos. "El BoE debe tener en cuenta la política gubernamental, pero lo hace después de que se publiquen los Presupuestos y no busca prejuzgar lo que podría estar en ellos. Por lo tanto, en el momento de la decisión sobre las tasas en junio, no habrá nueva información del ámbito político que pueda afectar sus decisiones, y es probable que este siga siendo el caso para la decisión sobre las tasas en agosto también".
Recordamos que la reunión del Banco de Inglaterra de junio tendrá lugar el próximo día 20.
3. Keir Starmer podría traer un acercamiento con la UE. Así lo cree, por ejemplo, Nomura, lo cual, en su opinión, sería positivo para la economía británica.
"Aunque las relaciones entre Reino Unido y la UE deberían profundizarse bajo el Gobierno laborista, es probable que esto no llegue a que Reino Unido se una a la unión aduanera, al mercado único ni adopte la libertad de movimiento. Es probable que la volatilidad moderada del EUR/GBP aumente, debido a la divergencia en la política monetaria entre el Banco Central Europeo y el BoE y a las expectativas del mercado de que las políticas laboristas llevarán al par a regresar a su período previo al Brexit", afirman estos analistas.
Danske Bank añade que una reversión del Brexit es poco probable bajo el gobierno de cualquiera de los partidos, pero sí espera una "postura más cooperativa" hacia la UE bajo un Gobierno laborista.
"Una implementación más suave de la regulación post-Brexit sería inicialmente positiva para la economía de Reino Unido y los activos del país, impulsando el crecimiento y mejorando la oferta. Sin embargo, destacamos el riesgo de que el proceso político no esté a la altura de las expectativas y el impacto duradero sea más moderado, como ya ha ocurrido anteriormente".
4. Gasto e impuestos. Con una presión fiscal que, según la OBR (Oficina de Responsabilidad Presupuestaria), alcanzará el nivel más alto de la posguerra, no es sorprendente que ninguno de los partidos se haya mostrado entusiasta, hasta el momento, a la hora de detallar planes para aumentar los impuestos.
"En general, esperamos que los laboristas estén más inclinados a financiar el aumento del gasto a través de incrementos de impuestos (por ejemplo, eliminando la exención fiscal para las escuelas privadas y apuntando a impuestos sobre la riqueza). Además, los laboristas se centrarán más en la política industrial, las reformas del mercado laboral y la descentralización, con el objetivo de impulsar la oferta, como lo ha destacado Starmer", explica Danske Bank.
Según lo esbozado por el canciller Jeremy Hunt, actual ministro de Hacienda de Reino Unido, un Gobierno conservador probablemente priorizaría continuar con los recortes a las contribuciones al Seguro Nacional (NIC), con la ambición eventual de eliminarlas por completo.
"Por el contrario, es probable que el Partido Laborista no realice más recortes a las NIC debido a su relación con la financiación de pensiones", apunta Danske.