Los inversores esperaran la batería de datos que se publicarán en EEUU entre el jueves y el viernes
El ‘billete verde’ se ha mantenido estable en las últimas jornadas, consolidando los abruptos vaivenes de la semana pasada en que la moneda estadounidense dejó mínimos de tres años contra el euro. Frente a la moneda comunitaria ha dibujado un rango que se estrecha cada vez más entre los 1,2335 dólares y los 1,2460 dólares y los analistas se preguntan ahora si hay recorrido al alza para la divisa estadounidense o se trata sólo de un alto en el camino en la senda bajista que recorre desde noviembre.
El repunte del rendimiento de los bonos a 10 años, que alcanzó un 2,70% este martes, ofreció soporte a la moneda y le ayudó a remontar contra varios de sus rivales. La libra perdía los 1,40 dólares y el índice que mide el desempeño del dólar se enfiló más allá de los 89,00 puntos. Este miércoles, horas antes de conocer la decisión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed) volvió a dejarse llevar por una moderada presión vendedora que se esfumó después de que Janet Yellen se despidiera dejando claro el compromiso del supervisor con los incrementos de tipos.
Así, el euro apenas le aguanta el envite al dólar en la barrera de los 1,24 dólares, animado porque la Fed dejó clara su confianza en el repunte de la inflación, ya que cree que "se moverá al alza y que los precios se estabilizarán en torno al objetivo del 2% a medio plazo". Y, además, constató su confianza en el crecimiento económico de EEUU, que calificó de “sólido” reforzando las opiniones que se esperan varias subidas de tipos en 2018.
"Creemos que la próxima subida tendrá lugar en marzo y que en todo el año habrá tres incrementos de los tipos", vaticinan desde Oxford Economics. "La lectura que hacemos del conjunto del comunicado en que la Fed subirá los intereses en marzo", constatan desde Barclays. "Nosotros prevemos que la Reserva Federal aumentará los tipos en mazo y en junio, pero creemos que la tercera subida de los tipos prevista para este año se retrasará a 2019", opinan los analistas de Rabobank.
“Es demasiado pronto para decir que el dólar ha marcado un suelo porque la presión vendedora aún domina su operativa frente a sus rivales”
A LA ESPERA DEL INFORME DE EMPLEO DE EEUU
Sin embargo, los operadores mantendrán su cautela antes de la publicación de los datos macroeconómicos de este jueves y viernes. En especial, prestarán atención al informe de empleo de EEUU. La Fed reiteró su visión positiva sobre la fortaleza del mercado laboral y, ahora, la realidad debe acompañar a estas declaraciones. El dato del empleo privado de la consultora ADP señaló un crecimiento de 234.000 puestos de trabajo, por encima de lo esperado. Ahora el mercado espera un incremento de 180.000 nóminas no agrícolas y que los salarios se mantengan al 0,3%.
Pero para que el panorama bajista para el dólar receda, estos indicadores tienen que cumplir con la misión de impulsarlo, al menos, “otro 1%”, señala la fundadora de BK Asset Management, Kathy Lien. “Es demasiado pronto para decir que el dólar ha marcado un suelo porque la presión vendedora aún domina su operativa frente a sus rivales”, explica, porque “hay demasiados motivos para que la moneda se mantenga deprimida”.
“El crecimiento global, las finanzas fiscales de EEUU, la venta de renta fija estadounidense -cuyo rendimiento se espera que alcance el 3%-, y el abandono de las políticas monetarias flexibilizadoras en otros países son algunas de las razones por las que el dólar puede permanecer débil”, enumera Lien. Pero la experta también cree que el “rally de alivio se está retrasando”, no obstante alerta sobre que el crecimiento de los sueldos podría desacelerarse en enero, “y, aunque no cambiará en nada la visión de la Fed, los inversores esperan la más mínima razón para seguir vendiendo dólares”.
LA LIBRA MANTIENE SU IMPULSO
El avance del dólar ha dejado escasa huella en el libra, que cede los 1,42 dólares, pero se mantiene bien sujetada tras las declaraciones del gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Mark Carney. La divisa británica llegó a perder momentáneamente este martes el nivel de los 1,40 dólares, para después volar un 1%, traspasando con holgura los 1,41 dólares hasta encaramarse por encima de los 1,42 dólares, máximo de cinco días. Y todo gracias al tono marcadamente positivo del banquero central.
En un discurso ante el Parlamento, dijo que los salarios están creciendo, que el mercado laboral está ajustado y que la inversión ha subido, por lo que se esperan ganancias adicionales en 2019. El Banco de Inglaterra también apuesta por un repunte en la productividad. Lo único que dijo sobre el aumento de la libra es que sigue funcionando el auge de la inflación y que aprecia los comentarios en dólares de Trump. “El banco central declinó rebajar verbalmente la moneda, por lo que rápidamente reinició su ascenso e ignoró los renovados riesgos que planean sobre el Brexit”, indica Lien.
El lunes, la moneda protagonizó su declive más importante en un día desde inicios de noviembre porque los inversores decidieron enfocarse en los nuevos problemas y la incertidumbre que planea de nuevo sobre que la primera ministra británica, Theresa May, logre alcanzar un buen acuerdo de divorcio. No obstante, la experta de la firma de inversión de Nueva York espera que la libra cotice contra el dólar según el apetito del mercado. Por este motivo “los operadores decidieron ignorar nuevos informes sobre que los negociadores de Bruselas han decidido ignorar los planes de la City de Londres sobre la salida del bloque comunitario”, redondea la experta.