Berenberg reduce sus estimaciones de crecimiento de la eurozona para 2022 en 1 punto porcentual
"La guerra de Putin afecta a todo el mundo, pero a los lejanos Estados Unidos mucho menos que a Europa". Así lo explican los expertos de Berenberg, que sostienen que la brecha trasatlántica se hará más grande. "Mientras que el aumento de los precios de los alimentos y de la energía también afectará al gasto de los consumidores de EEUU en términos reales, los altos precios de la energía provocarán, por ejemplo, una mayor inversión en el crudo esquisto estadounidense", anticipan.
La firma alemana, intenta, sin embargo, mantener el optimismo al hablar de Europa. Aunque lo que está sucediendo cambiará las perspectivas de crecimiento e inflación a corto plazo "en el mundo avanzado y más allá", espera que, salvo que se produzcan escenarios de riesgo muy improbables, los "solidos fundamentales económicos" aguanten.
En su opinión, el crecimiento europeo debería verse respaldado por tres factores. En primer lugar, la eurozona y Reino Unido todavía tienen más margen para recuperarse de la pandemia del Covid-19 que EEUU. En segundo lugar, la eurozona probablemente disfrutará de una fuerte temporada turística de verano en la costa mediterránea. Por último, consideran que el eventual alivio de la escasez de suministros industriales beneficiará a la eurozona, de gran peso industrial, en particular.
Aun así, Berenberg ha revisado previsiones ante la situación que se está viviendo. Estos analistas aumentan "significativamente" sus estimaciones de inflación para este año, para EEUU desde el 6,0% hasta el 6,8%, para la eurozona -"más afectada"-, del 3,5% al 5,9%, y para Reino Unido, del 5,8% al 6,4%.
Mientras esperan que el impacto neto sobre el PIB real estadounidense sea "muy modesto", para Europa reducen sus estimaciones de crecimiento para 2022 en 1 punto porcentual para la eurozona y en 0,8 puntos porcentuales para Reino Unido.
"Esperamos que los daños se produzcan sobre todo en los próximos meses. La recuperación de la pandemia se retrasará, ya que la inflación pesa mucho sobre el consumo privado", auguran. Sin embargo, en el largo plazo, estiman "sólo un modesto cambio en la trayectoria de crecimiento".
La elevada incertidumbre está sacudiendo los mercados, como lo demuestra el desplome de las bolsas se esta semana. No obstante, Berenberg cree que sigue siendo muy improbable que se produzca una auténtica crisis financiera en la que los mercados monetarios o crediticios se paralicen. "En nuestra opinión, las turbulencias financieras no agravarán el impacto en los resultados económicos del mundo avanzado", predicen.
En medio de una inflación aún más alta y una incertidumbre inusual, los bancos centrales "actuarán con cautela", anticipan estos analistas. Con todo, creen que seguirán reduciendo sus estímulos económicos "de forma significativa" a lo largo del tiempo, por lo que no modifican sus perspectivas para los tipos.