Gráfico | La calidad del empleo baja a niveles anteriores a la reforma laboral
Buen dato de paro en el mes de abril pero con contratos menos estables
El primer impulso cuando vemos los datos de paro nos da buena sensación al ver que 118.923 personas menos en situación de desempleo. Pero si analizamos la situación se aprecia con claridad que los trabajos que se están ofreciendo en el mercado laboral actual distan mucho de ser empleos de calidad.
La calidad de vida que ofrece un trabajo es esencial para poder desarrollarse como individuo. Así, un contrato indefinido nos permite acceder a créditos, la compra de un coche o establecer una serie de gastos sabiendo que vamos a poder hacer frente a ellos sin preocuparnos en exceso. En cambio, como todos sabemos, un empleo poco estable, de contrato parcial por ejemplo, no ofrece la calidad de vida que necesita el país.
Este parece ser el tipo de contrato que se esta fomentando desde que la reforma laboral llevada a cabo por el Gobierno actual saliera a la luz, dejando carencias a la hora de contratar por parte del empresario, bien sea con un despido sin valor, casi gratuito en su primer año de contrato (siendo un contrato indefinido, es decir, en el mejor de los casos).
De los contratos realizados durante el presente año y contrarrestando con el mismo período que años anteriores (hasta abril de cada año) son sólo el 8,57% del total los contratos firmados por tiempo indefinido, lo que deja un aplastante 91,43% restante de contratos temporales.
Curiosamente en el año 2012, con reforma laboral ejecutándose, los datos de contratos indefinidos suben, animados por la reforma en sí, ya que como comentábamos el empresario se veía más libre a la hora de contratar pero también a la hora de despedir.
Son datos y son irrefutables, pese a que el dato más visible sea el descenso mes a mes, hemos de tener en cuenta que aunque sea el mejor dato desde 1996, nos encontramos en una situación de grandes cambios por lo que estos descensos considerables de desempleados suenan más halagüeños para el discurso político que para el real.
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