El consejero ejecutivo de la entidad cree que las condiciones para justificar la política ultra-expansiva del BCE "están empezando a desaparecer"
BBVA ha reiterado su pronóstico de que el Banco Central Europeo (BCE) acabará con el dinero gratis a finales de 2018. La entidad dirigida por Francisco González ha señalado en varias ocasiones que fija su horizonte para la primera subida de tipos del supervisor monetario europeo en los últimos meses del próximo año y así lo ha vuelto a expresar el consejero ejecutivo de BBVA, José Manuel González-Páramo, en su intervención en la XXXIII Reunión del Círculo de Economía en la localidad catalana de Sitges.
El banco central lleva una década sin efectuar un movimiento similar. El último aumento de tipos fue en octubre de 2008, cuando aún era presidente de la entidad el francés Jean Claude Trichet. A finales de ese año, empezaron los recortes que llevaron los tipos de interés a conquistar un mínimo histórico tras otro, hasta caer al 0% en marzo de 2016. La facilidad de depósito entró en números negativos casi dos años antes, en junio de 2014, y se ubicó en el -0,4% actual hace también más de un año.
Las condiciones en las que se desplegó la política monetaria extraordinaria del BCE están "empezando a desaparecer", señala José Manuel González-Páramo
González-Páramo ha argumentado que las condiciones en las que se desplegó la política monetaria extraordinaria del BCE están "empezando a desaparecer", ya que el riesgo de deflación ha quedado atrás, se ha normalizado el sistema financiero y se han reforzado las regulaciones financieras, lo que permite modificar dichas políticas y entrar en una fase de normalización.
"El BCE no puede actuar solo frente a la crisis y ya va siendo hora de que otras autoridades den un paso adelante y tomen el relevo", ha considerado, según recoge Europa Press, y ha augurado que probablemente en otoño el BCE anunciará una reducción adicional de la compra de activos y que a medidos del año que viene se eliminarán por completo, por lo que se verá la primera subida de los tipos a finales de 2018.
El pronóstico del BBVA ya había sido expresado anteriormente por su Servicio de Estudios, aunque ahora han recortado el rango temporal que otorgan a la reducción de los estímulos. En un reciente informe preveían que se mantuvieran estables este año, para empezar a reducirse en 2018 y acabar con la ya mencionada subida de tasas, aunque ahora cree que el presidente del BCE, Mario Draghi, disminuirá las inyecciones mensuales de 60.000 millones en septiembre u octubre -no hay reunión en noviembre.
En diciembre del año pasado, el BCE decidió prorrogar nueve meses, hasta diciembre de 2017, el programa de compra de deuda que vencía en marzo. Sin embargo, desde este mes de abril su volumen se ha rebajado de 80.000 a 60.000 millones de euros mensuales. Si se mantiene este calendario, este estímulo supondrá la compra de activos por parte del banco central por importe de al menos 540.000 millones de euros adicionales, lo que impulsará la cifra destinada a tal efecto desde el comienzo del programa en marzo de 2015 hasta unos 2,3 billones de euros.
LO QUE DICE DRAGHI
A pesar de la presión que el organismo está recibiendo, especialmente desde Alemania, donde la misma canciller alemana, Angela Merkel, ha criticado recientemente la debilidad del euro y ha apuntado directamente a la estrategia de Draghi, el banquero central ha insistido esta misma semana en la defensa de las medidas que ha tomado el supervisor como respuesta a la crisis. Y no ve razones para desviarse por ahora de ellas.
Tanto el 'dinero gratis' como las políticas no convencionales, basadas en la compra de activos por valor de 60.000 millones de euros, continuarán al menos hasta diciembre, defendió el italiano este miércoles desde Madrid, en la jornada de estabilidad financiera organizada por el Banco de España. El motivo es conocido por todos: los estímulos "han permitido un entorno más largo de tipos de interés amplio sin efectos negativos en la estabilidad financiera", lo que a juicio de Draghi ha sido fundamental para la recuperación económica y para aplacar las turbulencias financieras.