El banco estadounidense considera que la tensión irá en aumento hasta el 1 de octubre
Goldman Sachs considera que el conflicto político entre España y Cataluña es "el riesgo más notable para el comportamiento de la deuda soberana española y para la recuperación económica. Las tensiones han aumentado en las últimas semanas y pueden aumentar más hasta el 1 de octubre", afirman estos expertos.
Para el banco estadounidense, el hecho de que Cataluña esté desafiando directamente al Gobierno español es un riesgo muy importante para las empresas españolas. En este sentido, ha recortado su recomendación sobre Caixabank hasta 'neutral' desde 'mantener' tras destacar que el 26% de sus oficinas en España se encuetran en Cataluña. Por el contrario, ha elevado su consejo sobre Bankinter hasta 'neutral' desde 'vender', entre otras cosas por su menor exposición a Cataluña (11% de oficinas)
El primer pleno del Parlament tras el periodo estival ha arrancado este miércoles y seguirá el jueves, con el punto de mira puesto en la ley del referéndum impulsada por JxSí y la CUP. Ambos grupos han registrado un escrito dirigido a la Mesa del Parlament para que admita a trámite la ley del referéndum durante la reunión que mantiene desde las 9:00 horas para que se pueda debatir y aprobar en el pleno.
La mesa ha admitido a trámite la ley del referéndum con 5 votos a favor de JxSi y Catalunya Sí Que Es Pot y los letrados del Parlament han avisado que la decisión contraviene al Tribunal Constitucional (TC). El debate inicial ha dado lugar a que la mesa reconsidere la inclusión del debate de esta norma.
Indudablemente, todos estos movimientos están afectando a la renta variable española, que desde hace varias sesiones está comportándose peor que otras bolsas europeas como la francesa y alemana. En agosto, Santander, Telefónica e Inditex bajaron un 5% y BBVA, un 3%. Y septiembre no ha comenzado mejor, puesto que hasta ahora promedian un descenso del 2%.
UN EFECTO MÁS NEGATIVO QUE EL BREXIT
Este martes, fueron los analistas del banco holandés ING quienes señalaron los efectos negativos que tendría la independencia de Cataluña. En su opinión, la ruptura de Cataluña con el Estado derivaría en un “prolongado período de inestabilidad” cuyos efectos serían “proporcionalmente peores” que los del divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea (UE).
Si hay independencia, los expertos de ING subrayaron que será “el sector privado quien pagará fundamentalmente las consecuencias”. En el informe “Cataluña, el coste de estar soltero”, el economista Geoffrey Minne señaló que el efecto más inmediato será una caída en el consumo doméstico. Según datos de Metroscopia, un 62% de catalanes está preocupado por el futuro de la región y argumenta que si “esta preocupación se convierte en pánico, la situación se puede complicar con controles de capital”.
La incertidumbre entre los consumidores se verá seguida de dudas entre los inversores ya que “cualquier percepción de riesgo político puede afectar las entradas de fondos extranjeros”, añadió el economista de ING, que da por hechas las turbulencias políticas después de la declaración de independencia y la consiguiente salida de la UE.
El abandono de la Europa de ‘los veintiocho’ hace muy difícil la permanencia de la región en el mercado europeo, lo que provocará que “la inversión puede acabar redirigiéndose fuera de la región”, explicó Minne. El 70% de las inversiones internacionales en la comunidad autónoma llegan de ‘los veintiocho’, inyecciones de capital que consideró que se ralentizarían o frenarían indefinidamente ante un status de exclusión del mercado europeo.
43.000 millones de euros en exportaciones de Cataluña a la UE, en jaque por la independencia
PÁNICO ENTRE LOS EXPORTADORES
Las empresas exportadoras a la UE sufrirán dramáticamente la pérdida de afiliación europea de la región. Más si se tiene en cuenta que la potencia exportadora de Cataluña -que se ha incrementado un 8% en los últimos dos años- se concentra en la UE, cuyos estados miembros reciben un 65% de las ventas exteriores totales de la región. Son cerca de 43.000 millones de euros, comparados con los poco más de 22.000 millones que la comunidad autónoma exporta al resto del mundo.
Por poner un ejemplo, en 2016, las ventas catalanas sólo a Portugal superaron a la suma de las exportaciones a EEUU, China y Japón. El país luso es el cuarto socio comercial de Cataluña, por debajo de Alemania, Francia e Italia y por encima de Reino Unido. A estas cifras hay que sumar el consumo interno de productos catalanes en el mercado estatal, donde la región vende un 45% de su producción. El abandono del mercado comunitario, matizó el economista de la entidad con sede en Amsterdam, “supondría la imposición de aranceles y el incremento de los costes administrativos de las compañías”.
La conclusión del economista de ING fue que “construir una república catalana puede llegar a ser un proyecto muy caro, ya que el status del nuevo país queda en manos de la buena voluntad de los gobiernos europeos (incluido el español)”. Minne, que no es nada optimista con el desenlace, señaló que “el coste económico para Cataluña puede exceder proporcionalmente el que Reino Unido deberá asumir por la ruptura con el bloque comunitario a largo plazo”.