Calviño y Montero también descartan bajadas de sueldos públicos y aplazamientos tributarios
Pedro Sánchez no va a variar el rumbo de su política fiscal a pesar del duro golpe que el confinamiento va a asestar a la economía y a las cuentas públicas.. El fuerte aumento del déficit público hasta el 10,34% del PIB este año no provocará una reducción del gasto público no relacionado con el coronavirus ni una bajada de impuestos para estimular la recuperación económica. Al contrario, mantiene la subida de tributos prevista en los presupuestos no aprobados para 2020 y pretende incrementar el consumo público, según las ministras de Economía y de Hacienda.
Respecto al gasto, las nuevas previsiones del Ejecutivo no solo no contemplan una reducción del consumo público, sino un incremento del 2,5% este año y del 1,8% en 2021. De hecho, será el único componente de la demanda que crezca frente al desplome de los demás. El gasto público se incrementará en 10 puntos porcentuales del PIB hasta 51,5%, 576.714 millones.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que "es necesario un mayor gasto público para mantener el pulso económico". También ha descartado rebajas de sueldos públicos, ni de altos cargos ni de funcionarios. El coste del gasto sanitario y las medidas de protección social derivadas de la crisis del coronavirus alcanzarán 54.765 millones.
Montero también ha negado que se vaya a adoptar una bajada de impuestos como piden unánimemente las organizaciones de empresas y autónomos. Tampoco contempla más aplazamientos más allá de los ya adoptados y de "los que contempla la Ley General Tributaria con los intereses correspondientes".
Y no solo eso, sino que el Ejecutivo insiste en aprobar las subidas fiscales que incluyó en el presupuesto no aprobado para 2020: los recargos en IRPF y Sociedades para los grandes contribuyentes, y las tasas Tobin (transacciones financieras) y Google (servicios digitales). Tanto Montero como la titular de Economía, Nadia Calviño, han pedido que esta subida se apruebe cuanto antes en el Congreso y confían en que pueda aplicarse en el último cuatrimestre del año.
El Gobierno espera una caída de la recaudación de 25.700 millones hasta 41,2% del PIB. Según sus previsiones, bajará un 5% la del IRPF, un 2,4% Sociedades, un 5,2% el IVA y un 6,7% los impuestos especiales (carburante, tabaco y alcohol). El Impuesto de Transmisiciones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados se desplomará el 37,9% debido al parón del mercado inmobiliario. Donde se muestra más optimista es en las cotizaciones a la Seguridad Social, para las que estima una caída de solo el 5,75%.
Montero ha cifrado en 139.000 millones el coste de las medidas adoptadas por el Gobierno, pero incluye los 100.000 millones de aval del ICO. el impacto real en el déficit hasta la fecha es de 28.000 millones en mayor gasto y de 6.120 millones de menores ingresos.