Los analistas creen que el movimiento del primer ministro marca el inicio de la campaña en Reino Unido
El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha decidido dar un giro en la política climática, retrocediendo en varios compromisos y retrasando la puesta en marcha de medidas concretas. Para los analistas, este movimiento puede entenderse como el comienzo de la campaña para las próximas elecciones generales previstas para el año que viene, a la vez que ven el riesgo de que más gobernantes adopten la misma estrategia.
"Con unas elecciones generales potencialmente a sólo seis meses de distancia, creemos que este cambio de política marca esencialmente el comienzo de la campaña", señalan en BNY Mellon.
"Con el calendario electoral en Europa cada vez más saturado y el coste de vida en el primer plano de las campañas, vemos el riesgo de que más gobernantes intenten emular la estrategia de Sunak, o se enfrenten a ser empujados en esa dirección a medida que tales puntos de vista cobren fuerza entre el electorado", añaden.
Entre los planes de Sunak está dar "mucho más tiempo" a la población para cambiar los calentadores de gas, retrasar la prohibición de la venta de automóviles nuevos de gasolina y diésel hasta 2035, eliminar los planes para impulsar el uso de coches compartidos o no obligar a los propietarios a mejorar la eficiencia energética en sus hogares.
Sunak ha expresado que su decisión evitará "costes inaceptables", pero matizando que esto "no significa perder nuestra ambición o abandonar nuestros compromisos. Ni mucho menos", señaló el primer ministro, asegurando que Reino Unido seguía estando comprometido con los acuerdos climáticos internacionales ya firmados. De hecho, pese a los cambios anunciados, se mantiene el objetivo de lograr cero emisiones netas para 2050.
"El discurso Sunak marcó una clara dilución de los compromisos políticos asumidos por gobiernos conservadores anteriores. Si bien se mantiene el compromiso de alcanzar emisiones netas cero para 2050, Sunak dijo que la prohibición de la venta de automóviles nuevos diésel y gasolina se retrasará cinco años, hasta 2035, entre otros anuncios. El reciente y sorprendente éxito del Partido Conservador en unas elecciones parciales se atribuyó a la fuerza de la oposición local contra un impuesto a los vehículos más antiguos con estándares de emisiones más bajos que circulan en Londres. La opinión del número 10 de Downing Street es que es probable que el éxito pueda replicarse en todo el país movilizando una estrategia similar: enmarcar la transición como una carga excesiva para los hogares durante una crisis del coste de vida", concluyen en BNY Mellon.